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Ocho meses después de la polémica entrevista de los duques de Susexx con Oprah Winfrey, es el elegante look de Meghan Markle y no sus sorprendentes confesiones lo que sigue dando de qué hablar. Para la ocasión, escogió un vestido negro con flores blancas y optó por un peinado recogido con raya en el medio que curiosamente la conectan con la duquesa Wallis Simpson, por quien Eduardo VIII renunció al trono en 1937. Esta historia plagada de coincidencias continúa fascinando a sus seguidores al punto de aterrizar en el catálogo de Zara este invierno.
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Meghan adelantó el superventas de la temporada
El pasado mes de marzo, la trama que rodea a la corona británica dio un revés inesperado con la entrevista de los duques de Sussex con Oprah, en la cual una embarazada Meghan Markle impactó tanto con su testimonio como con su look: un vestido negro de cuello pico, mangas largas y flores blancas, de la firma Giorgio Armani, que estaba valorado en 3.900 euros y ya se encontraba agotado al momento de la emisión. Si bien mucho se dijo sobre el brazalete de diamantes que perteneció décadas atrás a su suegra, Diana de Gales, esta pieza italiana esconde la verdadera anécdota de moda, que une a Meghan con otra royal británica, una que tiene más en común con ella de lo que se piensa.
© Getty ImagesSus similitudes con Wallis Simpson: un vestido de flores y una huida a Estados Unidos
En este conocido retrato de Wallis Simpson que data de diciembre de 1936 radica la conexión de estilo más antigua que se le ha podido trazar a la duquesa de Sussex. Más allá de sus múltiples guiños a 'Lady Di' e incluso a la misma Reina de Inglaterra, aquel diseño de flores encuentra su antecesor directo en el ejemplar que luce la duquesa de Windsor, un personaje tan polémico como devoto por la moda que -al igual que ella- había estado casada anteriormente y escapó de la corona por presión.
Simpson se divorció dos veces antes de dar el 'sí quiero' hace 85 años a Eduardo VIII, tío abuelo del príncipe Harry. Dada su fama entre la jet-set estadounidense, los grandes diseñadores, entre ellos Elsa Schiaparelli o Hubert de Givenchy, se morían por vestirla. Todo lo que llevaba Wallis era simbólico, con guiños a su marido (entonces heredero al trono) en señal del gran amor que se tenían, el mismo que los alejó definitivamente de los confines del palacio.
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Su clon, fichado en Zara
Se trata de un vestido cruzado de cuello solapa con escote pico, manga larga acampanada, abertura en falda y cinturón delantero en el mismo tejido, que forma parte de las últimas propuestas de Zara para la temporada Otoño/Invierno y se encuentra disponible por 39,95 euros. Está enteramente cubierto por un estampado de flores en blanco con efecto de princeladas que coincide con los detalles artísticos de los motivos florales presentes en los diseños de Meghan y Wallis, dejando en evidencia no solo la longevidad de esta pieza sino su atemporalidad.
