“Estamos muy felices por haber podido hacer tres temporadas de nuestra serie. Es un cierre perfecto de un proyecto que empezó como ocho capítulos cerrados”, nos dice Marta Hazas sobre Pequeñas coincidencias, la serie de éxito que protagoniza junto a su marido, Javier Veiga, que también es creador, guionista y director de la misma.
Un proyecto muy personal de la pareja, que incluso ha llegado a Estados Unidos y acaba de estrenar su última tanda de episodios en Amazon Prime Video. En plena Naturaleza, convertida en modelo por un día, hablamos con ella de sus proyectos, su vida y las pequeñas coincidencias que la han marcado.
Esta serie ha sido mucho más que un trabajo como actriz: tú y tu marido, en todo, el proyecto más personal.
Sin duda, es un trabajo muy personal y me he dado el gustazo de protagonizar una comedia romántica como las que me hacían fantasear de pequeña con ser actriz. Y, para Javi, que escribe, dirige y protagoniza, además de coproducir, pues imagínate qué satisfacción ver el éxito que es.
¿Qué hay de vosotros en los personajes? ¡Porque no me digas que Javier no ha puesto nada de ti en el tuyo!
Hay pequeñas neuras nuestras en la serie. Más que nuestras historias, son nuestras histerias… Pero, de alguna frase, a Javi le tengo que pedir derechos de guion —ríe—. Como cuando le digo en la serie que Javi no le pega porque es nombre de chico guapo. Cuando nos conocimos, en el rodaje de una peli, se lo solté tal cual. ¡Pero tiene explicación, que a mí él me parece ideal! —ríe de nuevo—.
“Me he dado el gustazo de protagonizar una comedia romántica como las que me hacían fantasear de pequeña con ser actriz”
¿Qué tal se lleva ser compañero de profesión… y de vida?
Vivimos de una forma muy natural trabajar juntos, porque nos conocimos así y hemos hecho mucho teatro juntos. Nos entendemos. La fórmula nos funciona y nos divierte. Es bonito y enriquecedor hacer cosas juntos y por separado.
¿Y no es contraproducente llevarse el trabajo a casa?
Nunca nos llevamos el trabajo a casa. Separamos bien la vida privada de la profesional.
Ya que hablamos de Pequeñas coincidencias, me gustaría conocer las pequeñas coincidencias… que han marcado tu vida.
Que mis padres me tuvieran jóvenes y me dejaran en casa de mis yayos a dormir los fines de semana y allí me viera todo el cine clásico y me fascinara… Que, luego, en Velvet pudiera interpretar a una de esas rubias tan Hollywood de la edad dorada, que Javi me recomendara, sin conocerme, para la película en la que ya estaba, porque vio mi cartel en el teatro Alcázar. Yo hacía El mercader de Venecia y luego entraba él con La venganza de don Mendo…
“Vivimos de una forma muy natural trabajar juntos. La fórmula funciona, nos divierte… y nunca nos llevamos el trabajo a casa”
Ser de Santander y poder trabajar en la serie Gran Hotel, que se rodaba allí, en el palacio de la Magdalena; poder trabajar con gente que admiro, como Sacristán, Concha Velasco, Aitana Sánchez Gijón, Luis Merlo, Amparo Baró, Imanol Arias, Kiti Mánver… y los que se me quedan en el tintero… La vida está llena de pequeñas coincidencias, solo hay que prestar atención.
Marta, tú no paras, ¿en qué andas metida ahora?
Hemos rodado el piloto de una serie nueva. También con Onza (nuestros socios en Pequeñas coincidencias), sigo en El Hormiguero, estoy rodando una película que me encanta y cerrando dos proyectos que me ilusionan mucho para este año, uno aquí y otro en México.
¿Soñabas de pequeña con llegar a ser la actriz que eres hoy día?
Soñaba, soñaba. Pero estoy contentísima con lo conseguido. Muy contenta y agradecida. Y sigo soñando.
¿Un recuerdo de tu infancia en Santander?
Mis veranos jugando en la playa de la Magdalena, porque mi abuelo tenía una caseta ahí.
¿Vuelves con frecuencia a casa, a tu tierra?
Vuelvo a Santander a menudo. Siempre que puedo. En este momento, lo echo de menos, porque, por estas circunstancias, no voy lo que me gustaría.
“Soy muy urbanita, pero también disfruto mucho de la Naturaleza. Me encantan los animales y, desde “Bandolera”, me gusta mucho montar a caballo. Es una nueva afición”
Hablando de casas, te acabas de mudar… ¿Ya tienes todo organizado o te inundan aún las cajas?
¡Ya tengo todo organizado! No puedo centrarme y estudiar si no estoy bien organizada en casa.
¿Disfrutas más de la ciudad o de la Naturaleza?
Soy muy urbanita, pero también disfruto mucho de la Naturaleza. Me encantan los animales y, desde Bandolera, me gusta mucho montar a caballo. Es una nueva afición.
¿Dónde son tus escapadas más deseadas, que ahora has tenido que posponer?
Cuando nos confinaron, estaba a punto de ir a Los Ángeles, al rodaje del piloto de la adaptación americana de Pequeñas coincidencias para NBC, y después nos íbamos a Perú con unos amigos.
¿Dónde y cómo desconectas?
Desconecto viajando, o en familia, en Santander o en O Grove.
Amigos para siempre
Aparte de la interpretación, ¿qué se te da bien?
Se me da bien ser disfrutona en general —ríe—.
El baile es otra de tus pasiones.
Hice danza española muchos años y me encanta. Y uno de mis proyectos del dos mil veintiuno me acerca de nuevo al mundo de la danza.
“La vida está llena de pequeñas coincidencias…, como, por ejemplo, que en pudiera interpretar a una de esas rubias tan Hollywood de la edad dorada”
¿Con el confinamiento has aprendido a cocinar o ni por esas?
¡Ni por esas he aprendido a cocinar! —ríe—. Javi es el cocinillas de la casa.
Prácticamente, has enganchado un papel tras otro desde hace años. ¿Te sientes afortunada?
Estoy muy agradecida por los papeles que me han ido llegando y claro que me siento muy afortunada.
¿Qué te dio Velvet y tu papel de Clara? ¿Hay un antes y un después para ti?
Velvet y Velvet colección fueron un sueño hecho realidad. Amé y disfruté muchísimo el personaje de Clara. Sin duda, fue un antes y un después en mi carrera. Estoy muy agradecida a Bambú por la confianza que depositó en mí desde Gran Hotel y lo que me hicieron crecer.
A pesar de los años, trabajos diferentes y vidas de cada una, ¿prevalece tu amistad con Paula Echevarría?
De Velvet me he llevado amigos para siempre, como Paula y Cecilia, Megan, Javi Rey…
“No he aprendido a cocinar durante el confinamiento. ¡Ni por esas! Javi es el cocinillas de la casa”, ríe la actriz, que acaba de mudarse. “¡Ya lo tengo todo organizado!”
¿Cómo te mimas?
Me mimo cuando voy a Tacha y me doy algún capricho gastronómico. O algún autorregalo…
Lo qué mas valoras.
Rodearme de buenas personas y sentirme querida y libre
¿Tu plan perfecto para dos?
Cualquiera con Javi.
“Hice danza española muchos años y me encanta. Y uno de mis proyectos del 2021 me acerca de nuevo al mundo de la danza”
Javier y tú hacéis series, pero… ¿estáis enganchados a alguna?
¡Nos enganchamos a muchas series! ¡Un no parar! Es parte de nuestro ocio. Y, en estos momentos, más.
¿En qué momento te encuentras?
Es un momento dulce para mí en lo estrictamente personal. A gusto en mi piel, con las decisiones tomadas y agradecida con la suerte…, pero de mucha incertidumbre y temores por la situación actual.