Si nos ponemos a repasar los vestidos más icónicos que ha llevado Rihanna es imposible no recordar la 'nube de algodón' de Giambattista Valli con la que acudió a los Grammy Awards de 2015. Aquel diseño maximalista impactó, sí, pero no tanto como los que ha llevado a la Gala Met donde no podemos olvidar -sobre todo desde que este año se ha cancelado- su vestido de sacerdotisa firmado por John Galliano o la fantasía asiática con bordados de Guo Pei. Aunque claro, es fácil dar con looks históricos mirando las apariciones sobre la alfombra roja de la artista. Sin embargo también ha conseguido algo que parecía imposible: viralizar sus looks de street style. El furor por la moda casual de la de Barbados llegó a su máximo nivel el año pasado, cuando compartió una publicación adelantando la tendencia tie dye con un vestido asimétrico. Fueron pocos los fans que no preguntaron donde conseguir el modelo que le había sido hecho a medida, pero la buena noticia es que, 365 días después, aquel modelo está a la venta. Y no solo eso, sino que la razón de que puedas vestir como 'RiRi' es muy especial.
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La firma ASAI no imaginaba que aquel diseño veraniego en colores cálidos (lo puedes ver bajo estas líneas) tendría semejante impacto en la comunidad de seguidores de la artista. Aunque claro, al ser un vestido creado en exclusiva para la artista, era normal que generara expectación. Sin embargo, han decidido darle una respuesta a todas esas fans de la de Barbados que querían hacerse con el diseño de su ídolo adaptándolo para el público. Y no es la única buena noticia. El 100% del importe del diseño se repartirá entre tres organizaciones no gubernamentales que apoyan el movimiento Black Lives Matter. Rihanna está especialmente comprometida con el cese de la discriminación racial, por lo que convertirse indirectamente en una de las ayudas a través de su look, sería algo que entusiasmaría a la cantante. El modelo, que ha sido bautizado por el diseñador, A Sai Ta, como Hot Wok cuesta 336 euros y se debe pedir escribiendo directamente a la marca.
Activismo en la pasarela
Ya como artista musical, el activismo había sido crucial en el desarrollo de su carrera. Invitada a participar en la Super Bowl, la de Barbados se negó a protagonizar el espectáculo de la mitad del partido como protesta por el trato que recibió el jugador Colin Kaepernick, quien fue vetado por hincar la rodilla cuando sonaba el himno nacional de los Estados Unidos. El cambio de rumbo no ha hecho que la diva del pop cambie de parecer en cuanto a sus reivindicaciones. Desde que se centró en su carrera como diseñadora, la estrella no ha dejado de intentar hacer de la industria un sector más inclusivo. Y eso no incluía únicamente a modelos de diferentes tallas.
Acostumbradas a los desfiles de las Semanas de la Moda, en las que las maniquís tienen una silueta estilizada muy similar, su show era una oda a los diferentes tipos de figuras. Mujeres embarazadas, curvy y hasta modelos con prótesis se encargaron de romper los estereotipos que han acompañado a la moda desde la popularización de este tipo de espectáculos, así como en campañas. Pero no solo las formas físicas se convirtieron en las secundarias estrellas -sus looks lenceros fueron lo primero, de la presentación. También Rihanna lanzó un mensaje muy claro reivindicando la diversidad étnica, algo que también se le resiste a la mayoría de diseñadores, que cuentan en su mayoría con profesionales caucásicas.
El lado solidario de las celebridades
Para la alegría de sus fans, cada vez son más las celebridades que comparten su ropa por una buena causa. Aunque ahora estamos aplaudiendo a rabiar la iniciativa de Rihanna, otras estrellas han querido hacer lo mismo. No hace mucho tiempo celebrábamos la idea que tuvo Georgina Rodríguez de subastar algunos de sus looks icónicos para recaudar fondos que fueran destinados a los hospitales españoles en el momento más duro de la crisis sanitaria. Aunque el maxivestido de Jacquemus era nuestra prenda favorita, la que más revuelo causó fue una camiseta de la Juventus firmada por el propio Cristiano. Poco antes, Kate Moss también anunciaba que haría limpieza de armario por el mismo motivo: ayudar a la lucha contra el coronavirus destinando todos los beneficios de la subasta de sus prendas. En su caso, fue el mítico chaquetón de leopardo de la supermodelo -elegante y rockero a partes iguales- el que se convirtió en la pieza más codiciada de la selección.