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Antes de impactar con las exclusivas ocurrencias que pone a la venta en su tienda online de estilo de vida, Gwyneth Paltrow ya era toda una caja de sorpresas. Desde que empezó su carrera en los años 90, se ha convertido en una de las actrices más esperadas de la alfombra roja gracias a sus looks. Todo un reflejo de las tendencias del momento década a década como se puede ver bajo estas líneas en una de sus últimas apariciones en los Premios Oscar. Y, con un armario lleno de éxitos, ha decidido darle una alternativa salida a uno de sus icónicos looks -nada menos que uno que llevó durante la gran noche del cine hace 20 años- para aportar su granito de arena a la situación actual subastándolo y cediendo los beneficios a la lucha contra el Covid-19. De esta manera, la estrella ha seguido los pasos de otras celebridades como Kate Moss, quien también ha hecho un repaso del vestidor para donar uno de sus abrigos con el mismo motivo solidario.
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El elegido por la fundadora de Goop ha sido un diseño midi y metalizado de Calvin Klein que acaba de cumplir 20 años, lo llevó a la edición de los galardones del año 2000, por lo que se trata de una pieza vintage. "Tiene un gran valor sentimental. Además, te lo daré en mano mientras nos tomamos una taza de té o un vaso de vino", explicó la actriz en una de sus últimas publicaciones de su cuenta personal. Pero, de todos los vestidos que ha llevado a los premios, ¿por qué la decisión de escoger este en concreto? Por lo visto, la intérprete habría rebuscado en su armario hasta dar con un modelo que pudiera volver a llevarse en la actualidad. Algo que consigue de pleno con su elección ya que las tendencias se han volcado a versionar de nuevo la estética de finales de los años 90.
Lo curioso es que se trata de uno de looks que más dio de qué hablar de la estrella. Es más, en su día este vestido se convirtió en un diseño controvertido en la colección de la actriz. Algo que admitió cuando en 2017 fue entrevistada por The Huffintgon Post sobre sus elecciones de gala. Y es que llegó a incluir el modelo de Calvin Klein en la lista de peores looks. Sin embargo se debe más a una cuestión de la etiqueta de la fiesta que por la creación en sí misma.
Al tratarse de un diseño de tirantes con largo intermedio se escapa de las espectaculares creaciones -largas hasta los pies- que se suelen llevar a la noche del cine. Aunque ha aclarado la razón: "Es un vestido que está bien pero no es material de Oscar". En ese año, Gwyneth todavía estaba lidiando con la fama que le supuso su galardón como mejor actriz por Shakespeare in Love. De hecho, llegó a admitir que fue la elección perfecta para acudir al mismo evento el año siguiente, ya que quería pasar más desapercibida.