Que el blanco sea un color neutro no quiere decir que sea un tono con el que pasar desapercibida, sino todo lo contrario. Su luminosidad le hace perfecto para realzar cualquier potente combinación de moda, además de ser atemporal con lo que nunca pecarás de no ir a la moda de las tendencias de la temporada. De ahí, su magia transformadora que realza cualquier estilismo. Solo hay que incorporando al menos una prenda o complemento en esta tonalidad. ¿La opción más sencilla? Optar por una camiseta blanca, un básico eterno. ¿La más potente? Conjugar a juego todas las piezas en total look. Una tendencia ideal para entretiempo que conecta nuestro armario de verano con el de otoño.