La influencer Chiara Ferragni se ha convertido en una de las voces más escuchadas durante la crisis del coronavirus gracias a su capacidad de influencia. La italiana no pierde ocasión de concienciar de que es necesario quedarse en casa mediante divertidos vídeos con el pequeño Leone. Aunque las ocurrencias de su hijo no son la única cosa que están animando a sus millones de fans. Conocida por ser una de las mejor vestidas del mundo -y de las primeras en estrenar las tendencias de la pasarela-, también sus looks son protagonistas en este momento. El único cambio es que las fotografías de street style se han visto sustituidas por sesiones en todos los rincones de su apartamento. Lo que a sus seguidores no se les ha escapado es que incluso en plena cuarentena, la influencer parece negarse a renunciar a un complemento de su vestidor: las joyas.
El pasado viernes, la italiana ya lo puso en práctica cuando su marido, el cantante Fedez, conectó en directo a través de sus perfiles sociales con el tenor Andrea Bocelli para ofrecer un concierto destinado a hacer más llevadera la estancia a sus seguidores. Con la excusa de ejercer de anfitriones, Chiara lució un impactante mono de lentejuelas negro (el que se puede ver sobre estas líneas) que combinó con una gargantilla, pendientes y pulseras rígidas. Un look perfecto que, aunque estaba pensado para llevar dentro de casa, podemos imaginar destinado a cualquier noche de fiesta.
La mayoría de sus fans aplaudió el estilismo de la empresaria, ya que, como más de un seguidor recordó, cualquier pequeño gesto que ayude a sobrellevar la estancia en casa es recomendable, incluso el de vestirse con sus mejores galas como hizo la italiana. Si bien en aquel momento, coincidían en que aquel look sería imitado más adelante, no esperaban que Chiara sorprendería días después animando a hacer algo que parecía poco probable: ponernos joyas sin salir de casa. Y es que este domingo, en su quinceavo día de aislamiento, la creadora de The Blonde Salad compartió una foto (debajo de estas líneas) con su estilismo casero.
Su elección fue un conjunto de dos piezas de punto blanco firmado por Skims, la marca de Kim Kardashian, elástico y holgado. Pero fue precisamente aquel look el que pilló desprevenidos a sus seguidores. Y es que por mucho que había optado por una combinación ultracómoda, los elementos que brillaban en su estilismo eran las joyas. El mismo colgante y pulseras doradas que había llevado unos días antes aparecían en su composición casera. Su mensaje parece claro: no hace falta crear una mezcla elaborada, basta con añadir un complemento de impacto -los accesorios metalizados en su caso- para tener una combinación de altura.