Hace dos semanas, los duques de Sussex viajaron desde Canadá hasta Reino Unido para cumplir con sus últimos actos oficiales como royals, una serie de eventos en los que Meghan Markle se despidió por todo lo alto a nivel estilístico. Desde que se hizo oficial su relación con el príncipe Harry, sus looks han despertado gran expectación, y ha sido perfectamente capaz de adaptar su sello personal al protocolo que requiere pertenecer a la realeza. En su armario han convivido prendas de firmas exclusivas como Givenchy, Dior o Stella McCartney con otras asequibles como Massimo Dutti o Marks & Spencer. Precisamente en uno de estos citados eventos, optó por un favorecedor conjunto total white en el que mezclaba marcas de distintas gamas. Eso sí, sin desmerecer su impecable falda lápiz o su bolsito español, la gran protagonista fue su blusa low cost, que ahora vuelve a estar a la venta.
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El viernes 6 de marzo, Meghan apareció por sorpresa en el Teatro Nacional de Londres, del que es embajadora, y lo hizo, como no podía ser de otra manera, con un conjunto para el recuerdo. Apostó todo al blanco y estrenó una falda de tubo con abertura central y estampado de espiga perteneciente a Roland Mouret, una de sus firmas preferidas. La combinó con una blusa del mismo tono, también nueva, un modelo con el que deja claro de nuevo que está totalmente al tanto de las últimas tendencias en moda. Se trata de un diseño con escote en 'V' y botones frontales forrados que agrega unas llamativas mangas abullonadas confeccionadas en organza semitransparente que deja al descubierto sus brazos.
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© @sussexroyalNo es la primera vez que Meghan se suma a la moda de las estilosas mangas puffy, y es que llevó un sofisticado vestido de invitada a la boda de su amiga Misha Nonoo en Roma el pasado septiembre que también contaba con ellas. En aquel caso, se trataba de una exclusiva creación de Givenchy ideada para una ceremonia de largo, lo que demuestra la versatilidad de este detalle. Esta vez quiso llevar la tendencia en clave accesible al decantarse por una pieza de Topshop, una de las tiendas británicas más populares de fast fashion. Como era de esperar, no tardó en agotarse, y es que, si el 'efecto Meghan' resulta totalmente poderoso de por sí, si le sumas que su precio era de 29 libras (unos 31 euros), el éxito resultaba más que previsible.
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© TopshopHace tan solo unas horas, la marca ha vuelto a poner a la venta esta blusa, tanto en su versión blanca como en negro, y, además, ha decidido rebajarla para que sea todavía más apetecible. De esta forma, ahora puede adquirirse por 26 libras (28 euros aproximadamente). La mala noticia es que está a punto de volver a poner el cartel de sold out, y, a la finalización de este artículo, tan solo quedan disponibles algunas unidades de tallas sueltas. ¡Corre antes de que vuelva a terminarse!
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