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Analizando el furor que ha causado Meghan Markle en el mundo de la moda, es imposible no mencionar a Jessica Mulroney. La estilista que lleva acompañando a la duquesa de Sussex desde su etapa en Canadá, antes de convertirse en miembro de la realeza, es la responsable de que sea considerada una de las figuras más influyentes del sector hasta el punto de agotar, en cuestión de horas, las prendas que estrena. Por muy diferentes que puedan parecer las vidas de ambas mujeres de éxito -ahora la mujer del príncipe Harry se encuentra labrándose un nuevo camino lejos de la Familia Real británica mientras que su amiga va a estrenar un programa de televisión como consejera de parejas que van a organizar su boda-, su gusto sigue siendo muy parecido. De hecho, esta semana, la asesora de estilo ha vuelto a las andadas, como ya hizo hace unas semanas, y ha compartido una combinación que nos resultaba muy familiar: una mezcla con la que Meghan hizo historia entre las royals hace dos años.
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Fue durante una de sus visitas al programa Good Morning America, en Nueva York cuando Jessica lució el look al que nos estamos refiriendo, la última prueba de que se encuentran conectadas por su amor a las tendencias con el denominador común de una estética refinada. Aprovechando los días de entretiempo, lució un abrigo por debajo de la rodilla con una fina blusa fucsia anudada al cuello y pantalones acampanados de cuadros. Una mezcla cómoda a la que sumó puntos de elegancia con un bolso de estilo mensajero firmado por Halm, que remataba la combinación. Su estilismo invitaba a viajar en el tiempo hasta encontrar uno de los conjuntos que ya llevó su clienta más famosa.
En febrero de 2018, Meghan protagonizaba una de sus primeras apariciones como prometida del príncipe Harry en Edimburgo. Una ocasión en la que su look no pasó desapercibido al llevar el bolso cruzado a modo de bandolera, toda una innovación entre las royals que demostraba que la futura duquesa de Sussex apuntaba maneras para convertirse en icono de estilo. Lo más curioso es que en aquel momento los cuadros, el abrigo largo y el pantalón acampanado que lució esta semana Jessica Mulroney, también aparecerían en su estilismo (tal y como se puede ver sobre estas líneas). En su caso, el estampado quedó en el abrigo de tartán de Burberry mientras que los pantalones eran lisos, un orden de prints que la estilista invirtió para su look de dos años más tarde, consiguiendo que no resultaran del todo idénticos aunque sí muy parecidos.
Otra diferencia que la asesora de estilo de la mujer del príncipe Harry parece haber tenido en cuenta es la mezcla de colores. Mientras que para Meghan apostó por tonos más fríos como el verde o el azul, las dos tonalidades que aparecían en su abrigo, el bolsito también se coordinó con la prenda. Una combinación clásica en el estampado de cuadros que podría haber querido hacerle un guiño al característico print escocés, aprovechando que se encontraba de visita en la región conocida por su excelencia a la hora de confeccionar el tartán. Sin embargo, para ella dejó la calidez del rosa y el granate. ¿El resultado? Un color block muy distinto siguiendo la misma estrategia de unir matices complementarios de la paleta.