Si analizamos la mayoría de looks que pisan la alfombra roja, hay un escote imbatible que se ha posicionado como el favorito. Y no, no es el que tiene forma de 'V' -otro de los predilectos-, sino el palabra de honor. Al dejar los hombros y el cuello al descubierto de una manera elegante, no es de extrañar que sea el más visto en los premios Oscar, Globos de Oro o incluso, sin irnos muy lejos, en los Goya. Por mucho que lleve conquistando al armario más sofisticado desde 1930, parece que en 2020 habría llegado su sustituto, una adaptación moderna que, además, ha logrado lo que parecía imposible: ser incluso más favorecedor. Estamos hablando del 'media luna', el diseño ovalado -también sin tirantes que deja los brazos al aire- que presentó Renée Zellweger hace un mes. Lo que parecía una apuesta aislada de la protagonista de Judy se está convirtiendo en toda una tendencia, tal y como demostró la actriz en otra de sus citas o Elle Fanning este miércoles en Berlín.
En el preestreno en la Berlinale de The roads not taken, una película en la que comparte pantalla con Javier Bardem, Elle quiso rendir homenaje al corte con un diseño negro que también llevaba la media luna en el escote. Con corte sirena, su vestidazo de efecto corpiño llevaba una lazada satinada a contraste a la altura de la cintura y falda acampanada con vuelo. Pero, ¿por qué decimos que esta anchura es capaz de competir con el palabra de honor y hasta llegar a desbancarlo? Además de ser igual de elegante, la forma ovalada dirige la atención al escote y a los brazos, lo que implica que potencia visualmente la silueta de reloj de arena. Ya que la estrella ha sido fuente de inspiración para las novias, que se haya sumado a esta tendencia podría significar que veremos la adaptación al terreno nupcial dentro de poco tiempo.
Al igual que el escote palabra de honor, este corte se adapta a todo tipo de tendencias. En la alfombra de los Screen Actors Guild Awards, Renée llevó la semicircunferencia en una versión más ornamentada, ya que llevaba dos pliegues sobre la forma de media luna, plisados que actuaban a modo de solapas del look de Maison Margiela. Entre la forma curvilínea y los detalles del pecho, era imposible que el protagonismo no se lo llevara la zona del cuello, algo que quedó muy equilibrado con la abertura lateral de la falda.
Fue el diseño de Armani en azul cielo el que dio el pistoletazo de salida a esta tendencia. Aquel vestido 'con premio', ya que fue el que escogió Renée cuando fue galardonada en los Globos de Oro del pasado enero, fue el comienzo. Con una silueta minimalista y totalmente liso, la creación se amoldaba a la figura de la intérprete sin llegar a resultar demasiado ceñida. Además, el ribete de strass hacía que el look brillara por sí solo, lo que hizo innecesario sobrecargarlo con otros complementos.