Estos días Berlín se convierte en la capital del séptimo arte gracias a su popular Festival de Cine Internacional -conocido como Berlinale-, en el que se exhiben las nuevas propuestas de los profestionales del sector. Anoche tuvo lugar la inauguración del evento en el popular palacio Friedrichstadt, enclave en el que se desplegó la alfombra roja por la que desfilaron estrellas de todo el mundo. Una de las protagonistas fue la actriz estadounidense Margaret Qualley, que aportó frescura y romanticismo a la velada con un look que sin duda conquistaría a la mismísima Coco Chanel. Después de protagonizar el año pasado una intensa gira junto a Brad Pitt, Leonardo DiCaprio y Margot Robbie con motivo de Érase una vez...en Hollywood, la hija de Andie MacDowell presenta ahora su película My Salinger year, en la que comparte cartel con Sigourney Weaver.
Margaret, hija de la actriz de Cuatro bodas y un funeral y el actor Paul Qualley, está más que acostumbrada a las cámaras desde muy pequeña, pero a sus 25 años ha demostrado que tiene ganas y talento de sobra para brillar en solitario. En los últimos meses ha conquistado a la crítica cinematográfica y también a la del mundo de la moda, y es que sus cuidados estilismos para acudir a presentaciones y eventos publicitarios han generado numerosos titulares alrededor de todo el mundo. La joven está redefiniendo el nuevo sexy, abogando tanto dentro como fuera de la alfombra roja por conjuntos hiperfemeninos, románticos y frescos con una dosis justa de elegancia atemporal. Los tonos neutros, las siluetas minimalistas, los tejidos vaporosos y las prendas atemporales se han convertido en sus mejores aliados para definir su esencia.
Eso sí, siempre busca añadir un roque diferencial y rompedor a su manera. Anoche volvió a recurrir a la que es su firma de moda preferida, Chanel, y posó ante los medios con un diseño blanco de cuello halter y silueta recta ceñido a la cintura. A pesar de ser una creación sencilla y totalmente versátil, incorporaba elementos como el escote arquitectónico plisado y la sobrefalda de tul con motivos florales 3D en el bajo para otorgar una imagen más moderna y de tendencia.
Otro de los puntos diferenciales lo aportaban los zapatos, y es que, lejos de calzarse unos stilettos o unas sandalias altas como suele ser lo habitual en este tipo de eventos, prefería optar por la comodidad de los botines de tacón ancho. Concretamente, se decantaba por un par blanco de efecto acharolado con puntera negra, un diseño bicolor inspirado en las icónicas bailarinas que popularizó Coco Chanel hace un siglo. La creadora francesa se caracterizó por buscar en todo momento una estética muy chic y femenina sin dejar a un lado la comodidad, y prendas como los vaqueros o el calzado plano eran habituales en sus colecciones, por lo que nos atrevemos a aventurar que ella habría adorado la mezcla de uno de sus vestidos románticos con botines de este tipo. Margaret completa su estilismo con un recogido alto de acabado messy y un maquillaje que la define a la perfección: piel de porcelana, mirada iluminada con sombras en tonos claros, labial rosado y cejas muy marcadas.
Unas horas antes de su debut sobre la alfombra roja de la Berlinale, Margaret acudía a una rueda de prensa relativa a su película con un conjunto que evocaba de nuevo el glamour de Chanel. Para su look de día, escogía un traje dos piezas en el que destacaba la chaqueta, un modelo corto y entallado con cuello camisero, falsos bolsillos frontales y botones joya que combinaba con falda midi en línea 'A'. Ambas piezas estaban confeccionadas en tejido de tweed en tonos blancos y negros. Completaba con medias negras y zapatos destalonados con tacón bajo y puntera afilada.