El 14 de febrero no es una fecha más del calendario. El día universal para celebrar el amor es la mejor de las excusas para conectar en pareja, algo que, entre la ajetreada rutina o el ritmo de vida cumpliendo compromisos laborales o familiares puede quedar en un segundo plano. Las maneras de homenajear los sentimientos son tan variadas como cada pareja quiera. Por ejemplo, hay quienes utilizan San Valentín para sorprender con un regalo. Aunque no solo los presentes pueden hacer inolvidable el día. Escaparse de la rutina es otra de las opciones preferidas, lo que implica crear recuerdos, vivir experiencias o, simplemente, compartir tiempo. Ir a cenar, a tomar una copa en un lugar especial o una velada diferente con música (incluso sin salir de casa) son algunas románticas y atemporales ideas que no fallan.
Prepararse para la ocasión es otro de los momentos más emocionantes. La dedicación de elegir el look con el que verse siempre favorecida va desde la combinación de las prendas hasta los detalles más pequeños, pasando por el peinado o el maquillaje. Los accesorios son una parte fundamental cuando de impresionar en noches mágicas se trata. Cristina Reyes, la conocida estilista de Isabel Preysler, Sassa de Osma o Nicole Kimpel en los pasados premios Oscar, nos da las claves de la mano de la firma Rabat para integrar las joyas de la mejor manera para cualquier cita de altura que nos espere este día.
Ante la duda, la estilista tiene claro qué color será una apuesta segura para que tus accesorios no pierdan protagonismo. "El negro es el color perfecto para acompañar cualquier complemento, si lo que quieres es lucir los pequeños detalles, un little black dress siempre será la opción más acertada y elegante para jugar con él", afirma la estilista que anima a recurrir al básico del vestidor combinado con joyas en oro blanco y diamantes. "Se trata de un look de noche, y la luz es lo más importante. Este tipo de piezas traen luminosidad al rostro; son sutiles, pero jamás pasan desapercibidas, son la eterna tendencia", concluye Cristina.
Pero no todas las citas tienen lugar después de la puesta de sol. Un look versátil es aquel que puede valer tanto para una cena como para una comida inolvidable. En ese tipo de casos, mejor apostar por las tonalidades más claras de la gama cromática. ¿La apuesta segura? Un vestido o un dos piezas al que no le falte un corte a la altura del escote o un detalle de tendencia -hombreras, plumas o mangas abullonadas serán grandes aliadas-. "Un look romántico, no tiene por qué dejar de ser sensual y atrevido", afirma la propia Cristina. Aunque, a la hora de añadir los complementos, mejor apostar por la sencillez: "Lo esencial para estos looks es jugar con piezas que lo suavicen, que le den un aire delicado, por eso la combinación con piezas en oro rosa y amatistas son perfectas para ese aire más romántico". Es decir, en este caso, apuesta por joyas que añadan color extra al estilismo.
El rojo no puede faltar en el día en que se celebran las emociones, por lo que es uno de los tonos preferidos cuando se trata de dar con el perfecto conjunto para San Valentín. La clave para jugar con accesorios y un diseño de estas características, es buscar los complementos de personalidad más minimalista. "Al ser un look llamativo de por sí, luce piezas que no lo recarguen", es el consejo de Cristina. Anillos y diamantes de líneas delicadas, colgantes con un rubí pequeño (para coordinar el color) o pendientes largos y finos pueden ser las alternativas más acertadas.