Cuando Emily Ratajkowski pisa una alfombra roja, nadie duda que va a ser una de las invitadas más atrevidas del evento. Ya sean escotes pronunciados o aberturas extremas, que generalmente luce en el abdomen o en la espalda, sus diseños nunca pasan desapercibidos. Sin embargo, la empresaria no siempre potencia su lado más sexy. Hay ocasiones en las que prefiere optar por la discreción mediante looks más sobrios y elegantes. Ha sido el caso de su cita con la Semana de la Moda de Nueva York. Para su paso por el front row de Proenza Schouler, donde coincidió con Olympia de Grecia, la modelo se dejó llevar por las tendencias más urbanas de esa firma para demostrar que no tiene rival cuando su objetivo es colarse en la lista de mejor vestidas. Con un traje oversize, 'EmRata' encontró la mejor fórmula para ser la más elegante.
La marca neoyorquina firmó el estilismo que llevaba la modelo de la cabeza a los pies. Un look salido de la colección Otoño/invierno 2019-2020 que consistía en un traje XL blanco con hombreras y cadera extragrande. Emily lo combinó con un top negro asimétrico que se convirtió en el protagonista del look, ya que dejaba una pequeña abertura en la zona del costado sin que resultara demasiado exagerada. Una forma de darle un toque femenino y sexy al dos piezas de talle suelto para que su silueta no se perdiera por completo.
Además de los aros dorados, Emily completó la composición con unas sandalias de punta cuadrada y tiras con estampado de escamas. Puede que el traje blanco haya sido una de sus últimas adquisiciones, una incorporación a su armario que no podría venir en mejor momento, ya que el color más claro de la paleta cromática pisa fuerte en los looks de alfombra roja y street style. Pero no es el único dos piezas que ha convertido a la modelo en la más elegante.
La versión más sobria del conjunto de inspiración masculina es, además del clásico diseño negro, el que lleva estampado la raya diplomática en blanco. Un modelo de estas características también se encuentra en el armario de la empresaria. Fue hace unos meses, el pasado octubre, cuando Emily lo llevó a un preestreno. Si este lunes Emily apostaba por el falso crop top, en aquella ocasión llevó uno que dejaba la parte superior de su vientre a la vista. Una prenda blanca de Steele Lorenza que daba un toque más deportivo a la composición sin que perdiera una pizca de elegancia al coordinarse con la tonalidad de las franjas verticales.
De hecho, los trajes tienen un peso fundamental en su colección. Hasta el punto de que fue el conjunto que escogió para el día de su boda con Sebastian Bear-McClard. Un dos piezas en mostaza de Zara que combinó con un sombrero negro y un velo birdcage. El mismo look amarillo se encuentra también en su vestidor en color granate. A su segunda combinación le esperaba un destino menos trascendental que el matrimonio pero igual de chic, ya que fue el que reservó la empresaria para los Revolve Awards en noviembre de 2018.