En una era de la moda española que parece dominada por Palomo Spain o Dominnico, el nombre de otro talento comienza a resonar cada vez con más fuerza. Andrés Acosta, oriundo de las Islas Canarias, ha sido el primer diseñador español invitado a participar en la gala Green Carpet Fashion Awards de este año haciendo historia. Pero además de crear el vestido de Cristina Pedroche para la ocasión, así como uno de sus modelos para las campanadas (imposible olvidar su segundo vestido de sirena), también ha vestido a Petra Nemcova en Cannes. Aunque admira a muchas estrellas, que, en sus palabras, son fuente de inspiración, para el canario es una gran diva de la música su objetivo ideal, Cher. "Sería un verdadero sueño cumplido verla lucir algún día alguna de mis creaciones", dice el isleño que, habla con HOLA.com sobre su trayectoria, las metas por alcanzar y la sostenibilidad en la industria, un debate que, cada vez, es más urgente.
¿Cuál sería la próxima alfombra roja donde quisieras ver tus diseños?
Desde muy pequeño me ha fascinado el diseño de vestuario cinematográfico, en especial el creado para las grandes producciones de ciencia ficción y fantasía. Pisar la alfombra roja de la gala de los Oscar sería algo muy emocionante para mí.
¿A qué retos has tenido que hacer frente al participar en la gala Green Carpet Fashion Awards?
El primer paso es abrir la mente y tener siempre en cuenta que el camino de la realización de un vestido por la vía sostenible será muy complejo. Las opciones de materia prima 'eco' que nos encontramos los diseñadores son muy limitadas. Uso sedas naturales e incluso las grandes casas textiles con las que trabajo ofertan muy pocas referencias y también es escasa la paleta de colores. Su precio, en ocasiones, se dobla en comparativa al tejido 'no eco'. Esto afecta a mi visión creativa, la realización de un vestido a medida exige tejidos con unas características muy concretas para poder dar vida a lo que previamente he plasmado en un boceto. Sin embargo, existen otros tejidos ecológicos como Piñatex o Econyl, la reutilización de stock acumulado de colecciones anteriores o la utilización de materiales no convencionales para la elaboración de prendas o accesorios. Es cierto que nos encontraremos muchos retos en este viaje hacia la sostenibilidad, pero también es algo necesario y se vuelve urgente que tomemos consciencia de que es ahora o nunca.
El vestido que Cristina Pedroche llevó en este evento gala era un diseño ‘conscious couture’ pero, ¿qué significa exactamente este término?
Hablar de sostenibilidad es complejo. Para poder certificar una prenda debe ser sometida a rigurosos controles que hacen referencia a la materia prima y a la ética empresarial detrás de esta producción. En mi trabajo, la producción atelier ya es muy limitada y controlada. Trabajo con materiales nobles y no genero demasiados residuos. Estoy abierto -siempre que esté disponible- a decantarme por la opción ecológica de la materia prima que necesito para realizar cada pieza. Además es muy importante cómo nos comunicamos con nuestros diferentes públicos y hacerles conscientes de lo importante que es tomar acciones relativas a este tema tan urgente. Es por eso que el concepto 'conscious' me lleva hacia una nueva manera de trabajar, en la que precisamente este despertar hacia la sostenibilidad me compromete a hacerlo extensible a mis clientas y seguidores. Cualquier pequeño gesto cotidiano, cualquier elección que hagamos a la hora de comprar, reciclar o reutilizar cuenta y suma en positivo en esta gran batalla. Lo más importante es generar un despertar de las conciencias y promover el cambio de una manera paulatina y efectiva.
¿Cuáles son las particularidades de un vestido sostenible?
Lo ideal es conseguir que la prenda sea confeccionada siendo respetuosa con las personas, los animales y el medio ambiente. No siempre es posible cumplirlo, pero hay maneras de hacerlo conscientemente y si hay voluntad, podemos conseguirlo. Pueden generarse infinitos debates y el uso de pieles animales es sin duda uno de los más polémicos. Es una cuestión de elecciones, pero lo ideal es siempre ser fiel a los principios de cada uno y respetuoso con los de los demás. Una vez entendido esto, lo interesante sería esforzarnos por incluir en cada pieza lo mejor que esté en nuestras manos y avanzar en esta búsqueda de la excelencia. Existen desde tejidos, cremalleras, entretelas, hilaturas -todos reciclados- hasta pieles veganas o el conocido como 'eco-fur', que permiten crear prendas con resultados espectaculares y que generan un impacto mucho menor en nuestro entorno.
¿Vas a continuar apostando por la creatividad desde el respeto al medio ambiente?
Mi experiencia junto a Petra Nemcova en el Festival de Cannes fue toda una revelación. Desde entonces, en cada proyecto en el que me he involucrado y en cada pieza que he realizado, están presentes de una manera o de otra la sostenibilidad, la ecología, el reciclaje… Creo que no es una elección, creo que es un deber no solo para mí sino para todos los que integramos la industria de la moda, la segunda más contaminante del mundo después del petróleo. El futuro de la moda es sostenible y ya llegamos tarde. Tenemos que ser todos juntos parte activa de esta revolución. En este sentido, acabo de ser nombrado embajador del sello Isla Bonita Moda, una plataforma que pretender fomentar e impulsar el desarrollo creativo y textil en La Palma. Además de representarles con orgullo está entre mis objetivos transmitirles mis conocimientos en esta materia y guiarles en la carrera hacia la sostenibilidad.
Háblanos de 'AWARA', tu tercera colección
Esta nueva propuesta rinde homenaje a mi isla natal, La Palma. La herencia de los awara -población aborigen de la isla- me guía a través de historias protagonizadas por figuras femeninas como Acerina, Guayanfanta o Gazmira, grandes guerreras que defendieron su tierra durante la conquista por parte de la Corona de Castilla, entre los años 1492 y 1493. La base de los vestidos se ha confeccionado con seda natural y seda natural orgánica certificada GOTS. Los bordados artesanales evolucionan hacia una geometría más definida que se contagia de los característicos petroglifos y grabados en cerámica de la población awara. El cielo y sus estrellas están nuevamente presentes en esta colección que se salpica con el brillo de Advanced Crystals Lead Free by Swarovski, aportando un nuevo elemento de sostenibilidad y compromiso con la ecología, además de limitar el uso de paillettes al stock acumulado en mi tiempo de producción y evitando así el uso de plásticos. Otros elementos como la reutilización de pedrería y también de las sedas naturales de colecciones anteriores, que se emplean ahora como forro interior de los vestidos, terminan de perfilar este compromiso.
¿Tiene un hilo conductor respecto a las colecciones previas La Presencia Divina y Metanoia?
La Presencia Divina hablaba de la búsqueda de un sueño guiado a través del cielo y sus estrellas. Metanoia es una transformación profunda del ser humano, que va más allá de lo físico y que invita a cada individuo a batir sus alas volando hacia su destino. Awara me recuerda que debo siempre respetar mi esencia, mis raíces. En cierto modo se cierra para mí una etapa y se abre una nueva. Mi tercera colección es la confirmación de que esto es lo que sé hacer. Es casi una trilogía, una triple historia de amor hacia mi trabajo que ahora me da fuerzas para seguir trabajando -cada vez más y mejor- hacia mi destino.
¿Qué diseñadores de alta costura son tus referentes?
Me ha despertado siempre mucha curiosidad la supuesta eterna rivalidad entre Elsa Schiaparelli y Coco Chanel. Dos grandes mujeres, dos grandes creadores con universos muy diferentes pero con carreras profesionales y vidas personales muy dolorosas, incluso marcadas por la tragedia. Cuando eres capaz de reconvertir todo ese dolor y sufrimiento en belleza creo que podemos empezar a hablar de magia. Y ellas lo hicieron. Figuras como Loris Azzaro o Paco Rabanne y otros más contemporáneos como Azzedine Alaïa o Thierry Mugler también despiertan en mí una gran admiración hacia sus obras.
¿Qué papel dirías que juega tu herencia canaria respecto a otros diseñadores?
El isleño es un viajero aventurero, un soñador que, por naturaleza, ama salir a descubrir el mundo. Siento fascinación por el exotismo de culturas lejanas y sus referentes muchas veces se mezclan en mi imaginario. Volver a la tierra y conectar con su esencia es también algo muy importante para el isleño. Eso es precisamente lo que estoy haciendo en este momento con Awara. Por otro lado, la mujer canaria es una mujer de belleza seductora y también muy exótica. He tenido la gran suerte crecer rodeado de ellas, cada una de mis creaciones rinde tributo a esa esencia femenina y gusto por el arte del vestir que tanto me inspira.
¿Trabajar como estilista y director de moda durante años te ha ayudado a tener una visión más completa en su carrera como diseñador?
Por supuesto. Estudié Publicidad y Relaciones Públicas y podría decir casi que empecé mi casa por el tejado. Me considero un creador autodidacta y todos esos años trabajando en medios de comunicación, junto a grandes profesionales del sector que admiro y respeto, me permitieron ver muy de cerca todos los entresijos de este universo. Fue mi gran máster y sin duda alguna ese tiempo de aprendizaje hoy me permite afrontar cada día con otra mirada.