La inauguración de la Casa ¡HOLA! le ha puesto el toque especial a la noche de este jueves. En el Palacio de las Alhajas, uno de los rincones con encanto de Madrid, algunos rostros conocidos han querido acompañar a la revista en una de sus celebraciones más especiales, el 75 aniversario. Y, para estrenar la agenda de eventos, charlas y actos que tendrán lugar estos días, Eugenia Silva, Isabel Preysler o Lourdes Montes han hecho un hueco en su agenda para una cita en la que la moda, ha sido, con el permiso de las celebridades, una de las protagonistas. Fue el caso de la diseñadora -que acudió junto a Francisco Rivera- cuyo estilismo se ganó automáticamente un puesto entre las mejores vestidas de la alfombra, algo que consiguió atreviéndose como nunca antes la habíamos visto. Una estrategia a nivel de estilo que sorprendió.
Como algunas de las invitadas más elegantes, Lourdes escogió un diseño estampado que puso la nota de color a una velada con la elegancia por las nubes. Su vestido, con motivos florales que recordaban al otoño, era la combinación perfecta entre tendencia y fantasía. Y es que el estampado tenía mucho más misterio del que podría parecer en un primer momento. Las hojas y florituras rosas, naranjas, rojas y amarillas no estaban bordadas en hilo, sino formadas por diminutos abalorios multicolores que hacían del estampado de la diseñadora el más intrincado de la noche. Además, supo cómo encontrar un diseño en el que escotazo y minifalda no estuvieran reñidos, lo que quedó compensado gracias a las mangas. El último detalle inesperado de su vestido fueron los flecos, que la convirtieron en una flapper del siglo XXI.
Los complementos también interpretaron un papel determinante en el conjunto de Lourdes Montes. Sin miedo a mezclar más colores, añadió unos stilettos en rosa fucsia -un matiz que ha causado furor esta temporada-, haciendo todavía más impactante el color block de su combinación otoñal. El toque final de brillo lo pusieron las joyas de Rabat y un bolso de mano negro, el toque minimalista perfecto que, además, se coordinaba con la tonalidad de fondo de su vestido. Si el objetivo de la diseñadora era crear una mezcla inolvidable, queda claro que lo consiguió.