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El verano es el mejor momento del año para sacar del armario esos vestidazos de fiesta que compraste siguiendo la tendencias o de forma impulsiva, porque te enamoraron a primera vista. Y también es la ocasión perfecta para no perder de vista los estilismos de invitadas estilosas como Nieves Álvarez o Eugenia Osborne. Ambas se citaron en una entrega de premios que tuvo lugar en el Museo Thyssen-Bornemisza este lunes por la tarde. Las altas temperaturas madrileñas hicieron que las dos se decantaran por diseños frescos y ligeros pero cargados de glamour que dejaron en evidencia que los estampados no solo son una elección segura, sino la más acertada para ir a la última, ya que optaron por motivos dibujados que funcionarían tanto para una boda de tarde en la ciudad o en el campo.
Un paso por delante de las propuestas Primavera/verano 2019 fue el que dio Nieves Álvarez al escoger un diseño de la próxima temporada de Carmen March. El vestido palabra de honor de la firma que ha vestido a grandes actrices dentro de nuestras fronteras, como son Blanca Suárez o Clara Lago, semitransparente y vaporoso en color negro, venía cubierto de motas blancas a contraste inspiradas en las manchas de los grandes felinos como el leopardo. Y si las expertas del street style recomiendan que los zapatos hagan siempre juego, una norma de estilo que hasta ahora nos empeñábamos en romper, la modelo siguió la recomendación probando que es capaz de ir a la última sin esfuerzo. Como broche, agregó unos pendientes XL tipo chandelier que potenciaban el escote, a juego con un anillo y pulseras de flor, y un bolso de mano plateado.
Si la apuesta de Nieves Álvarez fue el print animal, cañera pero sofisticada a partes iguales, Eugenia no se quedó atrás. La empresaria dejó que fueran los bordados étnicos de su vestido en dorado y diferentes tonalidades de rosa, los mejores complementos de su look. Firmado por Gabriel Lage, atelier de alta costura, el diseño a medida impactaba con su pronunciado escote en 'V' con volante péplum que se ceñía al talle. La falda, de silueta 'A', llevaba una abertura en el centro que dejaba a la vista parte de la pierna. Al escoger un estampado que funcionaba por sí solo, el único aporte final fue el de añadir accesorios en dorado como un bolso, pulseras o un colgante mini, combinación que también podemos imaginar a la perfección en un enlace urbano, así como en uno alejado de la ciudad.
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