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Desde que lanzó su marca en 2008, Victoria Beckham se ha convertido en la mejor embajadora de su firma. De hecho, no hay semana en la que la diseñadora no luzca sus propioas creaciones, llegando incluso a vestirlas en la boda real de Meghan Markle y el príncipe Harry, una hábil estrategia de comunicación que disparó sus ventas. Encarnando valores como la elegancia, la sofisticación, el gusto por lo moderno y la innovación en la moda, consigue que la ropa de su marca se convierta en una prolongación de su personalidad. Y, este jueves, ha vuelto a conseguirlo. Captada en uno de sus paseos por Nueva York, una ciudad por la que pasea sus mejores combinaciones -justo ayer descubrimos en la Gran Manzana su cambio de look más reciente-, así como por las calles de Londres, Victoria llevaba un conjunto firmado por sí misma de la cabeza a los pies. Un estilismo que podemos imaginarnos tanto para una jornada en la oficina como para una cita de afterwork, y que, además, viene con truco.
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Como parte de arriba, la elección de la británica fue una camisa beis de seda. Un diseño muy característico gracias a los cuadros rojos que imitan las puntadas del hilo, un tipo de detalle se ha convertido en sello de la marca de la británica ya que además de ser discreto, destaca por su gran versatilidad, siendo uno de los motivos más vistos en su última colección Otoño/invierno 2019-2020. Aunque todavía no se encuentra a la venta, en unos meses, la prenda de 828 euros podrá estar disponible para el público.
Era la falda midi de cintura alta la pieza trampantojo que se convertía en el elemento central del look por su original diseño. La prenda, tipo fajín y con el bajo plisado, jugaba con el efecto óptico del largo a contraste en gris y negro asemejándose a una minifalda. Salida también de su última pasarela a un precio es de 1.188 euros, como la camisa, no ha llegado todavía a las tiendas. Por último, y a modo de toques de color, añadió unas botas rojas efecto calcetín con la punta descubierta. El modelo Jasmine, como ella misma bautizó al complemento, es un calzado que, estamos seguras, terminará por sucumbir al efecto Victoria. Al menos ella no desiste y sigue apostando por estas llamativas botas que no ha dejado de ponerse los últimos meses.
Amiga de las combinaciones más inesperadas, Victoria puso el toque final a la mezcla con un bolso de mano amarillo mostaza, dejando claro que no solo se atreve con todo tipo de combinaciones, sino que sus nuevas mezclas, siempre es la primera en lucir sus últimas obras, dan siempre un golpe de efecto. Para seguir con la clave minimalista, un estilo que ya sabemos es muy del gusto de la diseñadora de moda, llevó el pelo recogido en un moño y un maquillaje muy natural, un beauty look rejuvenecedor que funciona a cualquier edad.