Blake Lively enseña a sus seguidoras a reciclar zapatos de hace diez años
Con un llamativo vestido asimétrico, la actriz ha vuelto a demostrar que no necesita estilista
Si hablamos de auténticas apasionadas del cine, Blake Lively es una de ellas. Además de su prolífica carrera como actriz, pasando de ser coprotagonista en series hasta dar el salto a la gran pantalla, su conexión con el séptimo arte va mucho más allá. Hay varias pruebas que demuestran su estrecha relación con la industria del celuloide. Una de las últimas se trata de la fiesta de Fin de Año que Taylor Swift organizó con un código de vestimenta muy riguroso: disfrazarse de los ídolos de la infancia. Con esa premisa, la actriz californiana acudió caracterizada como Judy Garland, cuando interpretó a Dorothy en la película de 1939 del Mago de Oz. Su último acto de amor por la cinematografía ha sido organizar este jueves junto a su marido, Ryan Reynolds, una premier en el club privado Feinstein's/54 Below de Nueva York para ver El regreso de Mary Poppins. Un evento realizado en honor a la larga amistad que mantiene con la actriz Emily Blunt, que fue una de las invitadas estrella así como el director de la película. En la ocasión, la californiana volvió a dejar claro, con un look muy a la última, que ella es su mejor estilista.
¿Su manera de lucir un vestido corto sin pasar frío? Escoger un diseño asimétrico deconstruido que combina una americana negra con una falda de seda blanca por debajo de la rodilla con rayas, modelo que deja parte de su pierna a la vista por una abertura lateral. El diseño bicolor es de la firma Monse, una pieza de la colección Pre-fall 2019 que la actriz ha querido llevar casi con un año de adelanto. Aunque todavía no se encuentra a la venta en la página web, está disponible en tiendas de lujo multimarca por un precio de 2.638 euros.
Y es que la firma que han llevado Sienna Miller, Amal Clooney o Sarah Jessica Parker, está especializada en reinterpretar las prendas jugando con la geometría y haciendo del efecto de costura inacabada su firma personal, un concepto creativo que es también la base de otras firmas como Maison Martin Margiela, Milly o ADEAM. Aunque la recomendación de estilo que aparece en Moda Operandi, para lucir la prenda, es combinarla con sandalias de tiras, Blake Lively quiso darle una vuelta a su look rescatando unos zapatos de su armario que agregaran un poco de brillo al estilismo.
La actriz volvió a optar por uno de sus diseñadores preferidos, Christian Louboutin para rematar el conjunto. En concreto escogió los salones Calypso, un original modelo que solo la atrevida actriz podría arriesgarse a lucir con acierto. Y es que al ser una de las pocas intérpretes de la industria que no tiene estilista puede permitirse algunas licencias, como es la de rescatar una prenda de hace años. Es precisamente su osado gusto personal, sin miedo a experimentar con las tendencias, lo que convierte el estilo de Blake Lively en uno de los más eclécticos y diferentes de Hollywood.
El curioso par es un modelo que se encuentra justo a medio camino para convertirse en una prenda vintage. Al ser de la colección Otoño/Invierno 2009-2010 de la firma todavía están a diez años de ser considerados de época o clásicos. Fueron fruto de una colaboración que realizó la prestigiosa marca de calzado con Phillip Lim y Jonathan Saunders, un diseñador escocés. Son varios rasgos los que hacen de este diseño una pieza única. Además de la plataforma delantera, muy de los primeros años de la década de los 2000, destaca también la parte de la punta decorada con cristales y el contraste en negro, un modelo que la actriz comparte con Christina Aguilera ya que la cantante los estrenó en Las Vegas hace casi una década.