Los desfiles de Lanvin, Balenciaga o Louis Vuitton han dejado claro que hay una prenda del armario que recuperaremos esta temporada: la falda plisada. Si bien las tendencias nos animan a llevarla en colores cálidos como amarillo, rosa o naranja, no faltan a pie de calle las tonalidades más básicas. El modelo con pliegues no es una novedad, pero sí la propuesta con la que lo llevaremos a lo largo de los próximos meses. Y es que la chaqueta americana será quien se encargue de renovar una de las faldas básicas del armario.
Las posibilidades a la hora de combinar ambas prendas son infinitas. Mientras que Marc Jacobs apostó en su pasarela por looks monocolor de cuadros, Erdem y Calvin Klein nos animan a mezclar diferentes estampados y texturas como cuadros con rayas o lentejuelas con punto en un maximalismo que une sin llegar a combinar.
Efecto claroscuro
La diferencia de tonos entre una falda y una chaqueta nos permite crear contrastes con los colores como hace esta invitada a la Semana de la Moda. Combinarlo con calzado plano como unos botines de caña baja, nos permite tener un estilismo sencillo y cómodo para el día a día.