Si hay algo que tiene claro Kim Kardashian es la moda que le gusta. De ahí, que su vestidor incorpore prendas que siempre siguen una misma línea definitoria: cortes hiper-entallados que sea adaptan a su figura 'como un guante' y, últimamente, una pasión desenfrenada por los colores neón. Sin embargo, y a pesar de reincidir en las mismas tendencias, la esposa de Kanye West sabe cómo interpretarlas con detalles renovadores que convierten sus elecciones en contenidos virales. En su maleta de viaje a Miami, donde esta pasando unos días de relax, ha incorporado dos estilismos en los que recrea sus favoritos como nunca antes dada la excentricidad de su acabado final: muestra una inusual apuesta como prenda de baño que se adapta a sus códigos estilísticos de este verano e incorporando su pasión a los tonos flúor también para su melena. Y ambas apuestas, vistas en menos de 12 horas.
Por la noche, Kim Kardashian dejó de lado las prendas neón para decantarse por otra gama cromática que también le fascina, los metalizados. En este caso, apuesta por un tono acero para realzar un minivestido ceñido que definía a la perfección su figura y que combina con un estilo de calzado que también figura como favorito, un modelo transparente con PVC. Sin embargo, no olvida los tonos fluorescentes en su escapada nocturna, pues incorpora un amarillo luminoso en su melena gracias a trucos de estilista para conseguir cambios radicales de forma exprés.
Nada que ver esta imagen con la que lucía horas antes a bordo de un yate. Allí, conservaba su melena color negro azabache sin ningún artificio o postizo de color flúor.
Lo que impactaba en su viaje por alta mar fue su elección como prenda de baño. Ni bikini ni bañador, Kim Kardashian opta por un mono de ciclista, una creación vintage de la casa Chanel. Con su elección, no solo consigue adaptar a su estilismo marítimo un corte ceñido o poder llevar un corte bermudas, sino que también añade otra creación flúor a su vestidor más visual.