El mantra de Josephine Skriver o cuando el atractivo está en mostrar lo justo

Anoche, la ciudad de Nueva York volvía a concentrar a los rostros más conocidos del panorama celebrity. Esta vez fue la gala de los premios Fragrance Foundation la que reunió, entre otras, a Chanel Iman, Rita Ora, Naomi Campbell y Josephine Skriver, responsable de entregar uno de los galardones de la noche. Pero el protagonismo de la modelo de Victoria's Secret llegó mucho antes de que subiera al escenario, justo cuando pisó el photocal. Con un vestido de Zuhair Murad, la danesa se confirmó como uno de los ángeles más sexy, además de regalarnos la prueba definitiva de que las transparencias sí pueden combinarse con un escote, siempre que este sea el que eligió Josephine.

En su vestido, las transparencias se repartían por todo el diseño de manga larga, ajustándose como una segunda piel al cuerpo de la maniquí. Sin embargo, no resultaban excesivas porque ciertas partes quedaban ocultas bajo aplicaciones de pedrería y plumas. Además, el cuello cerrado consiguió que el vestido sea muy elegante. Pero, cuando Josephine se giró, se reveló el detalle más sexy de todo el estilismo: el escote en la espalda.

Este diseño pudimos verlo hace ya casi un año en el desfile de Alta Costura de Zuhair Murad, donde el diseñador de origen libanés presentaba sus propuestas para el Otoño-Invierno 2017-2018. Sobre la pasarela, Muran decidió aportarle un toque de tendencia al llamativo vestido y a su diadema joya -uno de los accesorios preferidos por la Alta Costura- sumando un cinturón negro y sandalias acordonadas a media pierna. 

Por su parte, Josephine se decantó por accesorios todavía más sencillos y actuales. Para el calzado, apostó también por sandalias negras, aunque mucho más minimalistas. Prescindió del cinturón y reemplazó el peinado con diadema por un recogido efecto sleek con tupé. El toque más moderno lo pusieron los pendientes. Siguiendo la tendencia imperante entre las influencers, la modelo optaba por unos aros gruesos cuyos diamantes gruesos completaban el brillo de la pedrería del vestido.