La conexión de Rihanna con los duques de Sussex se hizo notar a pocos días del enlace de Harry y Meghan. Y ha vuelto a suceder. Para acudir ayer por la noche al estreno mundial de Ocean’s 8 -película con la que ha dado un paso más en su discreta carrera como actriz- Rihanna eligió un diseño más que llamativo. Su estilismo hizo inevitable que la cantante deslumbrase aun más que Cate Blanchette o Gigi Hadid, y no sólo por la extravagancia que lo caracterizaba. Y es que, de algún modo, hizo un guiño a Meghan Markle, aunque sólo sea estilísticamente hablando. Su espectacular Givenchy, como el que escogió Meghan para su boda, es de la misma diseñadora, Clare Waight Keller, directora creativa de la firma desde 2017.
La elección de photocall de Rihanna consistía en un vestido de largo midi aunque asimétrico, en púrpura metalizado, que se acentuaba con el plisado de la tela. Dicha pieza sobre todo destacaba por componerse como un volante en sí mismo, ya que, empapándose de la tendencia, estos se repartían por todo el cuerpo aportando movimiento y volumen al, además, alternar distintos tonos de morado. Estos se agrandaban en la parte superior, creando un escote asimétrico que cobraba suficiente importancia sin necesitar collar alguno.
Esta misma pieza ya pudimos verla en la pasarela de la colección Otoño-Invierno 2018 de Givenchy, una de las primeras colecciones de Clare Waight Keller para la firma tras su llegada en mayo de 2017. En el propio desfile, la diseñadora decidía mostrar el vestido como una pieza que hablaba por sí sola sin necesidad de accesorios. Misma línea que seguía también la creadora de Fenty, cediendo todo el protagonismo a la pieza principal al apostar por la sencillez y la simplicidad en unas sandalias altas y de tiras finas que terminaban el estilismo.
Por otra parte, para adaptarlo a la red carpet, la también actriz ponía el colofón con las joyas de Bulgari, eso sí, prescindiendo, además de collares o gargantillas, de pendientes largos que sobrecargasen el esocte. Entre ellas que destacaban unos pendientes de flores realizadas en oro rosa y blanco y el reloj Serpenti Incantati de la firma, compuesto por diamantes en pavé y rubelita. Como broche final, añadía un clutch rígido de cristales austriácos, como una joya más, de Judith Leiber y valorado en 1.811,63 euros, a juego con el púrpura del vestido. Color que además dominó en sus labios y la sombra de ojos, ambos también metalizados.
Pero Rihanna lejos quedó de ser la única en dar el do de pecho en esta cita. Junto a ella, Cate Blanchett, apostando por las lentejuelas elevadas a su máxima potencia, Anne Hathaway, con el mix & match de estampados y tejidos, o Sandra Bullock, con los detalles de plumas, y, en definitiva, el elenco al completo convirtió este estreno mundial de cine en un auténtico desfile de moda.