Si por algo se distingue ya el estilo de Emily Ratajkowski es por recurrir habitualmente a prendas de diseños sencillos y tejidos ceñidos que convierten a sus curvas en el foco del look. Mini tops que acentúan el pecho, pantalones super skinny para estilizar sus piernas, pero, sobre todo, vestidos escotados que realzan su silueta. Tanto para el día como para la noche, la modelo los elige apostando por la tendencia más arriesgada, convirtiéndose en la embajadora de los total looks nudes que actúan como una segunda piel. Para que cada look con esta tendencia parezca nuevo, sorprendente y personal, Emily ha encontrado una fórmula aliada: convertir el bolso en el foco de atención.
Durante la ceremonia de apertura Clique Hospitality del Club Apex, en Las Vegas, la modelo inglesa ha vuelto a recurrir a este combo, con el que nos ha dado la clave perfecta para reinventar nuestro look de invitada más sencillo. Emily ha dejado a un lado esos collares XL, llenos de formas y colores que son, esta temporada, capaces de dar significado a cualquier estilismo por básico que sea, para volver a demostrar que en sus apuestas son los bolsos en su versión más mini los que llevan la voz cantante. De hecho, si con ellos ya nos regaló una nueva forma para llevarlo en bandolera, ahora ha sido un clutch de Tyler Ellis, efecto piel de serpiente, naranja y en forma de sobre el que nos ha dado la lección de que “menos es más”. Así, este accesorio, encargado de dar la nota de color, resolvía nuestros dilemas para futuros eventos, haciéndonos ver que la tendencia dicta piezas sencillas acompañadas por accesorios con personalidad.
Además del bolso naranja, la maniquí completaba su vestido de Nookie en tono empolvado, ajustado, de tirantes gruesos y escote en caja, con unas finísimas sandalias plateadas para dar brillo y unos brazaletes de oro que resaltaban el tono de su piel. Ambos, accesorios elegidos estratégicamente para no restar importancia a la pieza esencial del estilismo.
Pero no sólo de alfombras rojas y photocalls vive la inspiración de nuestro vestidor. Días antes de esta inauguración, Emily recurría a su tendencia preferida. De nuevo, su vestido nude, esta vez en tono más crudo, con abertura y de tirante más fino, se volvía a completar con sandalias finas de tiras y un reloj dorado. Junto a ellos, una vez más, un bolso a todo color, de Prada, ahora en bandolera para aportar comodidad y un aire más casual, se convertía en protagonista. En definitiva, sea tanto para el día como para la noche, la lección de Emily Ratajkowski es una: aportar por bolsos con detalles, colores y formas diferentes para transformar los vestidos más sencillos.