Aunque en sus primeros años de popularidad - cuando protagonizaba El Internado - Blanca Suárez no era conocida por tener un estilo arriesgado, lo cierto es que en los últimos años nos ha dejado claro que le divierte jugar tanto con la ropa como con su color de pelo. De su castaño natural ha pasado del rubio platino al pelirrojo, y en la alfombra roja no duda en vestir de sus diseñadores favoritos saltando del clásico vestido negro a colores y estampados más llamativos.
Siempre orgullosa de su cuerpo, los vestidos con escote lateral se encuentran entre sus favoritos pero tampoco se resiste en mezclar camisetas deportivas con prendas de vestir. De esta forma, sus looks en ocasiones crean cierta polémica precisamente por huir constantemente de esa zona de confort a la que frecuentemente nos aferramos, y el estilo de Blanca Suárez se ha convertido en una de las razones por las que su cuenta de Instagram es seguida por casi dos millones de seguidores.
De hecho, este fin de semana la actriz de Las chicas del cable ha asistido a una presentación en la que ha practicado otra de sus lecciones de estilo con un minivestido de la diseñadora española María Escoté de marcado estilo arty. Con manga larga y bajo asimétrico, el protagonismo de este estilismo reside en el estampado a modo de brochazos de diferentes colores. Una prenda a la que no le hace falta ningún complemento con el que rivalizar, y que Blanca ha combinado con unas botas negras por encima de la rodilla, uno de los calzados de plena tendencia de esta temporada, visto en numerosas influyentes y que consigue actualizar cualquier look de este otoño-invierno al instante. De esta forma, Blanca vuelve a sacar su lado más rockero y desenfadado gracias a María Escoté, al igual que otras celebrities internacionales como Miley Cyrus y Katy Perry, que también han probado qué se siente con uno de estos atrevidos vestidos.
Con el mismo fin de dejar todo el protagonismo en el vestido, la actriz ha dejado de lado uno de sus peinados favoritos, las trenzas - bien de boxeadora o a modo de corona -, en favor de un sencillo recogido bajo con raya en medio, y un maquillaje que potencia la mirada gracias a unos ojos ahumados en negro y unas cejas perfectamente definidas.