De vuelta al trabajo después de su reciente maternidad, Irina Shayk asistió en Nueva York a un evento nocturno donde versionó el traje de noche con un pijama de seda y unos stilettos. Aunque esta vez la modelo no ha coincidido vistiendo un look similar al de ninguna invitada, lo cierto es que tampoco ha pasado desapercibida.
La ocasión era idónea para defender un estilismo de marcado aire lencero. Como si de un traje masculino se tratara pero con un acabado y tejido claramente satinado, la modelo ha vuelto a hacer gala de su espectacular figura solo seis meses después de dar a luz a su hija, Lea de Seine, fruto de su relación con el actor Bradley Cooper.
A pesar de llevar un sencillo traje-pijama negro con detalles en blanco, la modelo ha sabido potenciar su estilismo dejando parte de su sujetador de encaje a la vista. Irina Shayk también ha conseguido encontrar este giro inesperado: insinuar sin llegar a mostrar incorporando un tejido delicado como el encaje a un sencillo traje de dos piezas. Un look que vimos anticipar como endencia a otros ángeles de Victoria's Secret como Gigi Hadid el pasado verano, o recientemente a Selena Gomez. con un diseño de Olivia von Halle.
Con su melena extra larga y lisa retirada del rostro por detrás de las orejas, la modelo ha combinado su estilismo con un look de belleza en el que los labios de color cereza son claros protagonistas. Este detalle, sin duda, sirve para crear un maquillaje de otoño perfecto a la par que potencia el color verde de sus ojos.