Vestir como en París, el lugar donde se inventó el chic. "La sensualidad no viene de unos tacones, sobre todo si ya no puedes caminar con ellos. Es como una hermosa mujer que tiene el pelo y el maquillaje perfectos, pero que no sonríe. Deberías vestir para sentirte bien, no para demostrar nada". Las palabras son de Inés de la Fressange, icono de la elegancia francesa, en su libro Parisian Style: A Style Guide.
En la imagen, Gala González, vestida de Valentino, en París.
Y en ese decálogo no escrito sobre cómo conseguir el je ne sais quoi hay una norma que cumplen todas las parisinas en sus eventos de verano: Faldas largas, sandalias planas. ¿Y si cambiamos el código de la invitada perfecta?
Nunca demasiado arreglada, jamás demasiado preparada. Es la norma número uno de las bohemias francesas: un vestido holgado y complementos importantes. Como estas sandalias, planas y de Balenciaga, convertidas en el zapato perfecto para los estilismos más elegantes.
Llévalo todo con bailarinas: una falda tubo, un pantalón, un vestido de noche. Jeanne Damas, la nueva musa del chic francés, prueba que el look es posible (y lleno de estilo).
Tener el estilo de una parisina no implica haber nacido en París, sino encontrarte a ti misma allí. Candela Novembre lleva vestido estampado en tonos naranjas y sandalias planas: la invitada perfecta del verano perfecto.
¿Y cómo definirías el estilo de la mujer francesa? Le preguntaron en una ocasión a Inés de la Fressange. "Tiene pocas cosas, pero de calidad. Mezcla lo antiguo y lo nuevo, el lujo y lo asequible, las prendas de día y las de noche. Recuerda que la ropa está para ayudarte a verte y sentirte bien, no para enseñar nada a los demás. No somos perchas", contestó.
Un vestido azul cielo, la melena suelta, maquillaje natural y Veronika Heilbrunner, que siempre está un paso más allá en las tendencias, lleva su vestido de verano con zapatillas.
El vestido del verano es el vestido lencero de seda. Inspirado en la estética de los años 90 y en sus musas (Kate Moss, Carolyn Bessette) es sencillo, es chic y sigue siendo muy elegante con sandalias planas.
Escote asimétrico, detalles de volantes y un rosa vibrante: tres tendencias en un vestido favorito. Sí al efecto trepador de las sandalias que abrazan el tobillo.
Que la sensualidad es una actitud es alo de sobra probado en la moda. Y que unas sutiles transparencias pueden hacer mucho por ti, también. En la imagen, Eleonora Carisi en las calles de París, con un fabuloso vestido estampado.
Las parisinas adoran la moda y no siguen las tendencias. Quizá es este el secreto del chic francés: prendas atemporales y cargadas de estilo que resisten al paso del tiempo. Como un vestido rojo caldera combinado con Mary-janes, no hay margen para el error. En la imagem, Aimee Song.
El vestido negro, uno de los "siete magníficos" en el armario de las parisinas (con los vaqueros, la chaqueta perfecto, la gabardina, la camiseta de rayas marineras, la chaqueta masculina y la camiseta básica de algodón). Combinado con alpargatas -el zapato del verano- es sinónimo de elegancia sin esfuerzo.
La clave está en llevar una única prenda sobresaliente -como un vestido maxi- y combinarlo con accesorios preciosos y sencillos -como unas sandalias planas-.
¿Y si consideramos las zapatillas? Nunca nos habríamos atrevido a hacerlo, pero si el propio Karl Lagerfeld diseñó unas de alta costura para Chanel, ¿por qué no incorporarlas al look de invitada?
"El lujo está en la sencillez". Un vestido rosa, un corte perfecto, un bolso joya y unas sandalias planas. Solo necesitas la sonrisa y tienes el look de la invitada parisina.
Que la sandalia sea plana no tiene que llevar a la confusión: puede ser también altamente elegante. Veamos si no los desfiles de Miu Miu, con sus sandalias decoradas con perlas, o de No21, con sus sandalias de raso con lazos cruzados.
El estilo bohemio es, además, cómodo. Y tiene una fórmula que no falla: vestido largo y estampado + sandalia plana. Et voilà!