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Kylie Jenner es la pequeña del clan Kardashian-Jenner, y aunque sólo tiene 18 años, comparte muchos rasgos con sus hermanas: para empezar, casi todas hacen doblete de 'Ks' con su nombre y apellido, lo mismo que su madre Kristen. Es una cosa de familia. Además, generan contratos millonarios allá donde van sin que nadie entienda muy bien cómo ni por qué. Han conseguido poner en órbita tendencias que parecían imposibles como el monoblocking o el lampshading, y lo que es más, funcionan y son parte del imaginario colectivo. Se visten coordinadas cuando van en grupo, como un equipo de béisbol. Y lo más importante: en la lista de personas que ahora mismo dominan las redes sociales, tres de ellas, Kim, Kendall y la propia Kylie entran en el top 10 de principales influencers del mundo.
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Aunque no han dejado de tener detractores desde el mismo momento en que se estrenó 'Keeping Up with the Kardashians' hace nueve años, las cuentas no fallan. Estas seis hermanas han conseguido lo imposible: convertirse en referencias mundiales y generar atención por donde pasan como un vendaval. Y eso que el programa docu-reality se emite principalmente en Estados Unidos: cuando se estrenó, Kylie tenía sólo diez años. La hemos visto crecer ante la cámara, muy especialmente en los últimos meses, cuando de repente, con la mayoría de edad, ha dado un estirón en todos los sentidos, reclamando su sitio dentro del clan y convirtiéndose en una más entre sus famosísimas hermanas (con vistas a ser la más popular de todas ellas en muy poco tiempo: desde este mismo año ha conseguido sobrepasar a su hermana Kendall en Instagram, y ya le saca una ventaja de casi cuatro millones de seguidores), haciendo precisamente lo mismo que el programa lleva documentando todos estos años: la escalada a la fama en vivo y en directo de una estrella, o en este caso, de multitud de ellas.
La transformación radical de Kylie es sólo radical si nos atenemos a una línea temporal que retrocede exactamente hasta el principio de la emisión del programa: al ser la más pequeña, Kylie Jenner siempre había permanecido a la sombra de nombres tan inmensos como el de Kim Kardashian. Sin embargo, los primeros vestidos ajustados de su armario los encontramos en 2011, cuando Kylie contaba trece años. El motivo por el que no nos habíamos dado cuenta es porque, por aquél entonces, no generaba tanta atención como sus hermanas. Lo que sí ha cambiado, sin embargo, es la manera en que Kylie estructura sus looks: lo que antes era un minidress con escote corazón o un vestido wrap con cinturón, hoy en día son piezas de Alta Costura con escotes apuntados, aberturas y botas altísimas que conviven armonía con el streetwear. Lo que también ha cambiado es su silueta, que en este tiempo ha dejado de ser de niña para ganar las mismas curvas que han hecho famosas a sus hermanas. Las prendas obviamente no sientan igual, y un vestido que antes resultaba ceñido pero aún así conservaba un cierto aire teen hoy se ha convertido en una prenda hiper sexy capaz de girar miradas.
Otra cosa que llama la atención al mirar con lupa la evolución de Kylie Jenner en estos años es la manera en que poco a poco su estilo se ha ido separando de su hermana Kendall, con la que se lleva sólo dos años. El punto de inflexión coincide con el lanzamiento de la carrera de Kendall en la moda, hace aproximadamente un año y medio: si nos fijamos, es precisamente en esta época cuando el armario de ambas Jenner comienza a dirigirse a polos totalmente opuestos (tienen siluetas muy distintas), que casan con las diferentes direcciones en la moda que ha tomado cada una. Mientras una ha ajustado su vida a la carrera de modelo de pasarela, la otra se ha centrado en el aspecto editorial del modelaje, tanto en portadas como en sesiones fotográficas mucho más risqué y experimentales. Lo que en el armario se traduce en tendencias como más neutras versus el look explosivo de quien se dedica a hacer de su personalidad su mayor atractivo para las revistas de moda.
EL 'ATHLEISURE'
Una de las tendencias sí que ha permanecido constante en el armario de Kylie Jenner, especialmente en los últimos tres años de 'gran cambio', ha sido el athleisure, la misma tendencia que comparte con sus hermanas y que entre las seis se han encargado de encumbrar a base de hacer del legging, la sudadera y las zapatillas deportivas prendas de diario que se pueden llevar en cualquier ocasión. Parte de este impulso radica en las colecciones que Kanye West ha creado para Adidas las dos últimas temporadas, y que han hecho del sportwear una forma de vida: todas las Kardashian-Jenner se han encargado de promocionar este look, haciendo uso de muchas de las prendas Yeezy adaptadas del armario masculino al femenino (como las maxisudaderas y camisetas de camuflaje XL en forma de vestido), pero también los monos súper ajustados en nude y las zapatillas.
Más pistas: el color negro, especialmente en los vestidos que experimentan con siluetas, aberturas, largos y cortes, y las maxibotas, protagonistas de la tendencia made in Kardashian de llevar una camiseta larga con botas a la rodilla y nada más. Tampoco faltan las siluetas repetidas, especialmente en el minivestido a medio muslo que se ajusta a las curvas, de tirantes o manga larga.
REPASAMOS LA EVOLUCIÓN CRONOLÓGICA DEL ESTILO DE KYLIE JENNER EN LA GALERÍA DE IMÁGENES
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