Cárdigan 'cool': 15 maneras no aburridas de ponerse una rebeca
¿Es el cárdigan la prenda más aburrida del armario? Así se lleva uno de los clásicos de punto del entretiempo, que se adapta al invierno
¿Por qué llevar un cárdigan cuando se puede llevar un blazer? Buena pregunta, y si no que se lo digan a Taylor Swift, que cambió uno por el otro hace un par de años y no ha vuelto a mirar atrás. El cárdigan, o rebeca para entendernos, es un primo lejano del jersey, abierto por delante con una hilera de botones. Comparado con la americana entallada, cae desestructurado desde los hombros, sin llegar a marcar del todo las curvas ni tampoco favorecerlas en exceso. De ahí que suela perder la batalla en un cara a cara. Esto, claro, se aplica sobre todo a los cárdigan convencionales y no a los que te vamos a enseñar hoy: si pensabas que la rebeca era la prenda más aburrida de tu armario, vamos a ver quince maneras diferentes de incluirla en tu look este invierno.
El 'cárdigan cool' comienza por saber qué función vamos a darle a la rebeca, que normalmente suele ser de punto, aunque podemos encontrarla en otros tejidos tanto sintéticos como naturales: 1. Añadir capas, uno de los 'mandamientos' del armario de entretiempo, que también sirve para alargar la silueta dejando la chaqueta abierta y ciñéndola con un cinturón; 2. Rebajar el tono serio de un look formal, sumando un cárdigan cortito de punto a unos pantalones de rayas verticales, un look muy estilo Sienna Miller, o sobre una falda o un vestido ladylike, como Taylor Swift o Zooey Deschanel; o 3. Dar estructura a un estilismo sin tener que recurrir a un blazer, es decir, una prenda que nos valga para el fin de semana evitando el business casual. Por ejemplo, con un cardigan oversize de angora con escote en pico, o las prendas chunky de punto grueso que permiten refugiarse en una rebeca durante el invierno incluso cuando salimos de noche con un vestido slip-on de tirantes.
Como con casi todas las prendas del armario femenino, incluso algo tan humilde como una rebeca se rige por la matemática de las proporciones: saber llevarla pasa por conocer cómo funcionan los diferentes largos de las prendas cuando las mezclamos entre sí. Esto es importante sobre todo en las prendas que se consideran de abrigo y que normalmente se colocan por encima del look principal, incluidos los jerséis y las rebecas, además de gabardinas y chaquetones, ya que el efecto de las diferentes capas una sobre otra puede desbaratar la silueta que hemos estructurado con tanto cuidado delante del espejo (piensa por ejemplo cuando te pones un abrigo tres cuartos sobre una falda muy larga). Teniendo en cuenta que existen tantos largos de cárdigan como fashionistas, antes de ver las diferentes maneras de llevar tus rebecas esta temporada conviene echar un vistazo a los largos más frecuentes, y las mejores maneras de combinarlos para sacarles el máximo partido.
EL CÁRDIGAN A LA CINTURA: Mejor llevarlo sobre un vestido, una falda o con unos vaqueros o pantalones sastre, procurando que el bajo de la rebeca coincida con la cintura. Que una se siente sobre los otros. Si combinamos este tipo de chaqueta con una camisa o una camiseta, siempre es mejor remeterlas por dentro de la falda o el pantalón, para que el largo del top no sobrepase el largo de la rebeca: las capas más largas, siempre por fuera. Puedes darle un twist a este look remetiendo la parte delantera de la rebeca por la cinturilla.
EL CÁRDIGAN A LA CADERA: Un poco más largo que el anterior, este tipo de cárdigan son un básico habitual del armario porque es súper cómodo y crea una línea vertical por delante. Es decir, favorecen a todas las siluetas. Aún así, al cortarse justo en la zona de la figura en la que el hueso se ensancha en comparación con la cintura, es mejor evitar combinarlo con prendas que ya de por sí tengan volumen, para evitar el efecto 2x1. Por ejemplo: mejor evitar una falda de línea 'A' o bombonera, ceñida a la cintura pero amplia en las caderas; los cárdigan con este largo funcionan mejor con prendas ajustadas, como una mini elástica, una falda lápiz o unos vaqueros campana, ceñidos en la cadera pero que se ensanchan en el bajo.
EL CÁRDIGAN XL: O cárdigan a lo Kurt Cobain: nada dice grunge como una rebeca de punto de hombros caídos, que llega hasta el medio muslo y que es ligeramente oversize. No confundir con las chaquetas estilizadas de largo hasta los tobillos que han puesto de moda Gigi Hadid y Kendall Jenner junto con el monoblocking: el cardigan XL se acerca más a las prendas de aire boyfriend y es ancho por naturaleza. Para mantener el equilibrio entre la parte de abajo y la de arriba, es mejor combinar estas prendas chunky con otras slim, por ejemplo unos vaqueros estrechos con corte tobillero deshilachado, o incluso unos leggings deportivos.
Te enseñamos 15 maneras de llevar cárdigan en la galería de imágenes