Es tiempo de otoño. Lo dicen las escaparates, las hojas de los árboles y también los termómetros. Cuando las temperaturas empiezan por fin a bajar, es bastante habitual darse cuenta de que llevamos en realidad semanas soñando con estrenar el armario de otoño, ya sea recuperando prendas que hace meses que no nos ponemos (véase, ese jersey de punto que no tenía ningún sentido en pleno agosto) o dándose un paseo por las nuevas colecciones de temporada, y de paso, por ejemplo, enamorarse de esa cazadora de flecos.
En los países mediterráneos la transición al invierno es tan suave que a veces el armario de entretiempo parece resistirse incluso entre las expertas en moda 'avanzada': tanto el look de otoño como el de primavera funcionan de la misma manera, sólo que a la inversa. En el primero añadimos capas. En primavera, nos las quitamos. Lejos de ser una teoría de la termodinámica, el armario de entretiempo debería resultar sencillo, pero no lo es. ¿Cómo funcionan exactamente las 'capas'? ¿Podemos reciclar en otoño lo que nos ponemos en verano? Estos son los trucos básicos para vencer al armario de otoño.
1. 'BAGGY' + 'SKINNY'
No se trata de ir como una cebolla sino de combinar las prendas más abultadas con otras que no lo son tanto. Un jersey de punto grueso con un pantalón skinny, o un pantalón cargo o boyfriend con un top de punto de canalé ajustado. Sea cual sea la prenda baggy que elijas, asegúrate que la combinas siempre con otra ajustada, independientemente de si es una falda, un pantalón o una cazadora. También puedes recurrir al truco de remeter ligeramente el jersey en la cinturilla de la falda o los vaqueros, para ceñir la silueta en la cintura. También puedes usar un cinturón ceñido por encima de un jersey si es de talla oversize.
2. LAS BOTAS, FIELES COMPAÑERAS
Probablemente, el calzado que más estés echando de menos después de meses de llevar sandalias. Las botas tienen ese efcto mágico sobre cualquier outfit: es un tipo de zapato abrigado -el calor se escapa por las extremidades antes que por ningún sitio, así que a la hora de abrigarse, imprescindible contar con unos buenos zapatos, un par de guantes y también un sombrero, como por ejemplo un fedora-, y nos permite seguir llevando falda corta o de tipo trapecio (otra prenda-it del otoño), además de vestidos ligeros durante unas semanas más. Las botas son un polivalentes y también sirven con vaqueros, chinos, lo que se te ocurra. Mágicas de verdad.
3. APROVECHA PARA VESTIR CON 'MENSWEAR'
Si hay algo en lo que los hombres nos sacan ventaja a la hora de rivalizar en términos de armario eso es en cuándo y cómo comienzan a abrigarse. Mientras nosotras aún luchamos contra los elementos hasta bien entrado el otoño, ellos no pasan frío. Si hay que abrigarse, se abrigan. ¿Por qué no aprender de su actitud? Aplica las mismas normas de vestuario que los chicos y aprovecha la temporada para sacarle partido al menswear: blazers, pantalones cargo y trajes sastre. Todo vale.
4. BUFANDAS
Una piezas clave que seguro ya has incluido en tu armario a estas alturas, o estás a punto. La bufanda nos permite seguir reciclando camisas de verano durante un tiempo porque es la capa por excelencia del armario de entretiempo: cuanto más amplia, mejor (piensa en una prenda tipo pashmina, pero en un tejido más consistente y en colores neutros o en colores de estación, como el mostaza, el gris marengo o el burdeos), intentando tener el máximo de grosores disponible para poder ir cambiando a medida que cambien también las temperaturas. La evolución natural de la bufanda son la capa y el poncho, dos prendas a medio camino entre la bufanda larga y el abrigo, y es precisamente por eso que ambas resultan menos flexibles: capas quizá tengamos dos a lo largo de todo el otoño, mientras que bufandas podemos tener muchas. Las capas han dominado el streetstyle más reciente de las semanas de la moda, así que no está de más 'ficharlas' y tenerlas en nuestro radar de shopping.
5. LA CAMISETA NEUTRA DE MANGA LARGA
Otra prenda mágica, a la altura de unas buenas botas. Una camiseta en un color neutro, como el blanco o el negro, sirve para seguir reutilizando desde vestidos hasta faldas ligeras hasta bien entrado el otoño. La misma fórmula se aplica a la combinación vestido + pantalones: uno sobre otro, forman un tándem 'antifrío'.
6. EL TRÍO DE PRENDAS DE EXTERIOR: CHALECO, 'TRENCH' Y CAZADORA
En ese orden, además: de menor a mayor calidez. El chaleco es otra de las prendas que más se han repetido en el streetstyle de la temporada, tanto en piel de pelo como en lana tipo jersey, y combina sobre todo con camisas de manga larga, permitiendo alternar texturas en un mismo look sin mucho esfuerzo. Dependiendo del largo, sobre todo si pasa de la cadera, se puede ceñir también con un cinturón por fuera -un look muy Olivia Palermo-, mientras que corto funciona igual con falda que con pantalón.
El trench por su parte es un clásico de entretiempo de rasgos british: un tipo de gabardina impermeable con cinchas en los hombros, concebido originalmente como atuendo de guerra, y que sería elevado a la categoría de fashion item después de la Segunda Guerra Mundial gracias al cine y al trabajo de firmas como Burberry y Aquascutum. Aunque su color más clásico es el beis, puedes experimentar con la gabardina a todos los niveles, incluso estampadas, y combinarla con alguna de las bufandas que mencionábamos antes para un total look 'made in' London.
En lo que se refiere a la cazadora, las opciones son infinitas, aunque las que más hemos visto esta temporada varían de capital a capital de la moda: puedes optar por la biker ajustada que se lleva en Berlín, de aire más punk, la cazadora vaquera, especialmente combinada con vaquero y efecto double denim de Nueva York, o la bomber que arrasa en Londres. Recuerda que la cazadora es otra prenda mágica que permite llevar incluso pantalones cortos, y alargar la vida de los shorts aún unas semanas más.
7. AL BLANCO AÚN LE QUEDA VIDA PARA RATO
El blanco no es un color exclusivo del verano, aunque lo parezca. Unos vaqueros blancos y una camiseta ídem aún pueden estirarse hasta bien entrado el otoño, combinados por ejemplo con un abrigo de cuadros en un color más oscuro, o un jersey de punto en un color de estación, como el tostado o el amarillo mostaza.
8. 'MIX' DE BÁSICOS
Quizá la regla más importante de todas. A la hora de vestirse por capas, lo mejor es hacerlo teniendo en mente los básicos antes que nada. Si tienes que mezclar muchas prendas en un mismo look, capa a capa, procura dar mayor importancia a los colores neutros y las prendas con cortes más clásicos, dejando los colores brillantes reservados a los accesorios, o a un statement piece exterior como el abrigo.