Esta prenda, de marcado carácter masculino, ya que en el siglo XIX se la ponían para estar en casa los británicos, pasó a formar parte del guardarropa femenino en 1966 por obra y gracia del genial modisto francés Yves Saint Laurent, que lo adaptó a la figura de la mujer.
Este 'invento' fue un rotundo éxito que le cambió la vida a millones de féminas, ya que podían ir cómodamente vestidas, al tiempo que atractivas y elegantes, a una fiesta de gala o incluso a su propia boda.
Si bien durante los años 70 y 80 se llevó muchísimo, el esmoquin femenino cayó, después, en cierto desuso. Sin embargo, como tantas otras tendencias, ahora vuelve a estar de plena moda gracias a su rescate, a cargo de muchas de las mejores marcas. Ralph Lauren, Givenchy, Balmain, Lacroix y Ungaro son algunas de las firmas que para esta temporada presentaron su particular versión del esmoquin, que no sólo se encuentra en negro, sino también en blanco, crudo, berenjena... Yves Saint Laurent, su creador, también lo incluyó en su última colección, aunque en lugar de pantalón, lo confeccionó con falda larga para dar su propio toque de originalidad.