Mientras que los desfiles en Nueva York y Milán se enfrentan a una oleada de cancelaciones por los rebrotes de coronavirus, en París las marcas han optado por regresar en grande a la mágica presencialidad de los desfiles de lujo para presentar sus últimas colecciones de Alta Costura Primavera/Verano 2022. Después de los tapices bordados de Dior y las esculturales siluetas de Schiaparelli, había poco lugar para el factor sorpresa, pero Chanel ha superado por mucho las expectativas con una puesta en escena en el Grand Palais Éphémère inspirada en la hípica y compuesta por estructuras geométricas del artista Xavier Veilhan que evocan las curvas del recorrido ecuestre, en contraste con el clasicismo de la maison. Carlota Casiraghi ha sido la encargada de abrir el espectáculo haciendo su gran debut sobre la pasarela... ¡montada a un caballo! A la princesa de Mónaco le siguieron una serie de looks ligeros y femeninos, entre los que figuran una serie de vestidos de tul blanco con volantes y bordados de pedrería. Las piezas están repletas de los sellos distintivos de la casa: camelias, lazadas negras, siluetas rectas, chaquetas de tweed... todo con un giro moderno muy punk propio de la mente creativa de Virginie Viard, actual directora de Chanel.
Mientras que los desfiles en Milán se enfrentan a una oleada de cancelaciones por la situación sanitaria, las firmas parisinas han optado por regresar por todo lo alto a la mágica presencialidad para mostrar sus colecciones deAlta Costura Primavera/Verano 2022. En este juego, Chanel ha superado por mucho las expectativas con una puesta en escena en el Grand Palais Éphémère inspirada en la hípica y compuesta por estructuras geométricas del artista Xavier Veilhan, que evocan las curvas del recorrido ecuestre. Carlota Casiraghi ha sido la encargada de abrir el espectáculo haciendo su debut sobre la pasarela... ¡montada a un caballo! A la princesa de Mónaco le siguieron una serie de looks ligeros y femeninos muy distintos de aquel preludio constructivista, entre los que figuran una serie de vaporosos vestidos con volantes y pedrería. En estas piezas, abundan los sellos distintivos de la casa: camelias, lazadas negras, siluetas rectas, chaquetas de tweed... todo con un giro moderno muy punk propio de la mente creativa de Virginie Viard, actual directora de Chanel.