Encontrar inspiración en otras épocas, seleccionar los elementos con la capacidad de emocionar y, sobre todo, darles un soplo de aire fresco actualizándolos, sería lo que habría conseguido Louis Vuitton con su nueva propuesta. La colección Otoño/invierno 2021-2022 de la firma no es una oda al presente, sino un minucioso viaje en el tiempo a la Antigua Grecia -por aquello de que tuvo lugar en la sala del Louvre con esculturas del periodo clásico griego- y al siglo XX. El salto entre las dos épocas correspondería a la obra del artista Piero Fornasetti, la colaboración más destacada de las novedades de la casa francesa. Las piezas del italiano, sus grabados y su imaginario se ha integrado en los diseños. En una simbiosis de estilo y arte, Nicolas Ghesquière y Barnaba Fornasetti han contemporaneizado algunas de sus creaciones más características interpretadas a través de siluetas casi arquitectónicas mediante faldas de tul o abrigos con mangas voluminosas, así como estampados con los grabados del milanés. Otros elementos como el jacquard o la técnica del laser cut se integran en piezas de sastrería buscando darles un giro novedoso. En definitiva, se habría cumplido por completo el objetivo del director creativo, que era "evocar la continua modernidad del mundo artístico de Fornasetti. Esta exploración en sus archivos ha tenido la emoción de una excavación geológica, buscando dibujos del pasado para darles una nueva vida en Louis Vuitton para el presente y el futuro".
Encontrar inspiración en otras épocas, seleccionar los elementos con la capacidad de emocionar y, sobre todo, darles un soplo de aire fresco actualizándolos, sería lo que habría conseguido Louis Vuitton con su nueva propuesta. La colección Otoño/invierno 2021-2022 de la firma no es una oda al presente, sino un minucioso viaje en el tiempo a la Antigua Grecia -por aquello de que tuvo lugar en la sala del Louvre con esculturas del periodo clásico griego- y al siglo XX. El salto entre las dos épocas correspondería a la obra del artista Piero Fornasetti, la colaboración más destacada de las novedades de la casa francesa. Las piezas del italiano, sus grabados y su imaginario se ha integrado en los diseños. En una simbiosis de estilo y arte, Nicolas Ghesquière y Barnaba Fornasetti han contemporaneizado algunas de sus creaciones más características interpretadas a través de siluetas casi arquitectónicas mediante faldas de tul o abrigos con mangas voluminosas, así como estampados con los grabados del milanés. Otros elementos como el jacquard o la técnica del laser cut se integran en piezas de sastrería buscando darles un giro novedoso. En definitiva, se habría cumplido por completo el objetivo del director creativo, que era "evocar la continua modernidad del mundo artístico de Fornasetti. Esta exploración en sus archivos ha tenido la emoción de una excavación geológica, buscando dibujos del pasado para darles una nueva vida en Louis Vuitton para el presente y el futuro".