Es uno de los desfiles más esperados cada año en la Alta Costura, pero, contra todo pronóstico, esta vez Giambattista Valli no ha subido sus fabulosos diseños a la pasarela. El italiano ha preferido acercar estas creaciones al público para que no solo las celebrities puedan disfrutar de ellas en persona, sino que cualquiera pueda verlas de cerca y apreciar los detalles. Por eso, ha decidido montar una exposición en París en la que se exhibe su última colección, conformada por una serie de vestidos totalmente fieles a su esencia, que destacan por sus llamativos juegos de volúmenes. De nuevo, el tul se corona como absoluto protagonista, así como la paleta de los rosas y rojos.