Sophie Delafontaine acaba de presentar su segunda colección al frente de Longchamp en el inigualable marco de la New York Fashion Week. La creadora ha subido a la pasarela unas propuestas inspiradas en una mujer independiente, libre y muy viajera, en las que podemos encontrar esa estética de los 70 tan característica de la marca pero también aires roqueros que tiñen las piezas de una actitud más rebelde. De esta manera, se alternan los vestidos vaporosos de estampado geométrico con cazadoras de cuero, minifaldas negras y cinturones efecto corsé para crear la fusión perfecta entre el effortless parisino y el toque urbano de la ciudad que nunca duerme.