El diseñador Tom Ford inaugura la New York Fashion Week otoño-invierno 2019-2020 con un desfile donde desveló sus novedades en moda masculina y femenina. Para ellas, el texano recuperó las joyas de eslabones como tendencia estrella para la noche. Sin embargo, las dispone de una forma innovadora: en lugar de piezas independientes, se prenden de vestidos en colores lisos creando un contraste de texturas muy seductor y formando un todo bien fusionado. Para el día, su apuesta se centra en una nueva visión de un traje de chaqueta en el que blazers y pantalones también juegan a la contraposición tanto de materiales como de colores. En este caso, destacan el terciopelo, cuero y satén como tejidos estrella.