La puesta en escena de María Grazia Chiuri ha aunado en un mismo desfile arte y moda, para presentar las propuestas de Alta Costura de cara al próximo otoño-invierno. Alrededor de 300 maniquís cosidos a mano en los talleres de Dior han presidido las paredes del Museo Rodín de París, uno de los enclaves favoritos de la diseñadora italiana. Estos toiles se encontraban en la exposición 'Christian Dior: Designer of Dreams', que durante el año pasado se pudo ver en el Museo de las Artes Decorativas de la capital francesa. Una visión artística para un desfile protagonizado por las siluetas ultrafemeninas de cinturas enmarcadas, faldas con movimiento y volúmenes inesperados. Esta elegancia con cierto punto de recato y unas piezas que se movían entre los tonos empolvados y la paleta de los negros y grises, han hecho girar la visión de la directora creativa hacia el país galo, utilizando las boinas como el accesorio perfecto para esta colección.