En las verdes montañas de Shigaraki a la afueras de Kyoto (Japón), se levanta el impactante Museo Miho, edificado por el arquitecto I.M.Pei en 1997. Un emplazamiento en el que este fin de semana la firma Louis Vuitton ha querido mostrar al mundo entero su colección más universal, las propuestas Crucero 2018. Y decimos “universal” porque en los 55 looks presentados se ha querido fusionar tradición y modernidad, con detalles que hacían que Oriente y Occidente se dieran la mano.
Detalles de la cultura tradicional japonesa, como los samuráis, o del arte nipón, como el mundo cinematográfico de Kitano sirven de arranque para unos diseños llenos de color y detalles de texturas contrastados. Entre los homenajeados con esta colección, figura el diseñador Kansaï Yamamoto (1944, Japón), uno de los fieles del armario más icónico de David Bowie y destacada figura de la moda en las décadas de los 70 y 80.