Nicolas Ghesquière decidió volver a donde todo empezó para conmemorar su primera década como director creativo de Louis Vuitton. El Cour Carrée, uno de los inmensos patios del Palacio del Louvre París, sirvió de escenario para su colección debut en marzo de 2014, de modo que este martes disfrutamos de un dulce déjà vu al ser testigos del desfile Otoño/Invierno 2024-2025 del modisto francés. “Les agradezco por compartir conmigo estos últimos diez años de diseño. Diez años como creador es el momento de decir las cosas bien”, escribió en las notas que la casa compartió con sus 4.000 invitados, entre los que encontramos a Emma Stone o Cate Blanchett, entre otras notables embajadoras.
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Ghesquière volvió a hacer gala de su eclecticismo, por medio del cual fusiona volúmenes de tiempos antiguoso técnicas artesanales con estructuras modernas para la mujer dinámica de Louis Vuitton. Su imaginario futurista, en el que no faltan los metalizados ni unas buenas hombreras, queda resumido en esta suerte de homenaje a sí mismo, por el cual recibió al final del desfile una larguísima ovación del público. Entre todos los looks, destacamos los estampados de bolsos redimensionados, un tributo moderno al savoir-faire de la maison.
Nicolas Ghesquière decidió volver a donde todo empezó para conmemorar su primera década como director creativo de Louis Vuitton. El Cour Carrée, uno de los inmensos patios del Palacio del Louvre París, sirvió de escenario para su colección debut en marzo de 2014, de modo que este martes disfrutamos de un dulce déjà vu al ser testigos del desfile Otoño/Invierno 2024-2025 del modisto francés. “Les agradezco por compartir conmigo estos últimos diez años de diseño. Diez años como creador es el momento de decir las cosas bien”, escribió en las notas que la casa compartió con sus 4.000 invitados, entre los que encontramos a Emma Stone o Cate Blanchett, entre otras notables embajadoras.
Ghesquière volvió a hacer gala de su eclecticismo, por medio del cual fusiona volúmenes de tiempos antiguoso técnicas artesanales con estructuras modernas para la mujer dinámica de Louis Vuitton. Su imaginario futurista, en el que no faltan los metalizados ni unas buenas hombreras, queda resumido en esta suerte de homenaje a sí mismo, por el cual recibió al final del desfile una larguísima ovación del público. Entre todos los looks, destacamos los estampados de bolsos redimensionados, un tributo moderno al savoir-faire de la maison.