El desfile de Schiaparelli en la Semana de la Moda de París para su colección Otoño/Invierno 2024-2025 ha sido una exquisita exhibición del poder de los trajes de sastrería, que transitó desde lo más formal hasta estilos más urbanos con maestría. Daniel Roseberry, el diseñador detrás de esta destacada colección, ha mostrado una especial fijación con resaltar la parte superior del cuerpo con una fascinante variedad de estructuras y volúmenes, otorgando especial atención a las mangas, desde redondeadas hasta asimétricas, algunas incluso desapareciendo bajo capas. A pesar de ser prêt-à-porter, Roseberry no escatimó en drama, manteniendo la esencia extravagante de la casa Schiaparelli. En su tercer desfile de este estilo, el director creativo demostró su habilidad para traducir los códigos de la casa en prendas que se adaptana la cotidianeidad sin perder su esencia distintiva.
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La líneade la colección ofrece una entrada accesible al mundo de Schiaparelli. El "Power Dressing" fue una de las principales señas de identidad del desfile, con trajes que exudaban unaactitud empresarialgracias a hombros afilados y pantalones cónicos plisados. Canalizando la audacia de los años 80, las siluetas parecían estar diseñadas para realzar la figura. Desde acolchados voluminosos hasta formas similares a armaduras, cada pieza transmitió una sensación de fuerza y confianza. Los drapeados y la asimetría suavizaron la estructura, agregando ese toque esencial de elegancia a la colección.
El desfile de Schiaparelli en Paris Fashion Week para mostrar su colección Otoño/Invierno 2024-2025 ha sido una exquisita exhibición del poder de los trajes de sastrería, que transitó desde lo más formal hasta estilos más urbanos con maestría. Daniel Roseberry, el diseñador detrás de estas destacadas novedades, ha mostrado una especial fijación con resaltar la parte superior del cuerpo con una fascinante variedad de estructuras y volúmenes, otorgando especial atención a las mangas, desde redondeadas hasta asimétricas, algunas incluso desapareciendo bajo capas. A pesar de ser prêt-à-porter, Roseberry no escatimó en drama, manteniendo la esencia extravagante de la casa Schiaparelli. En su tercer desfile de este estilo, el director creativo demostró su habilidad para traducir los códigos de la casa en prendas que se adaptana la cotidianeidad sin perder su esencia distintiva.
La líneade la colección ofrece una entrada accesible al mundo de Schiaparelli. El Power Dressingfue una de las principales señas de identidad del desfile, con trajes que exudaban unaactitud empresarialgracias a hombros afilados y pantalones cónicos plisados. Canalizando la audacia de los años 80, las siluetas parecían estar diseñadas para realzar la figura. Desde acolchados voluminosos hasta formas similares a armaduras, cada pieza transmitió una sensación de fuerza y confianza. Los drapeados y la asimetría suavizaron la estructura, agregando ese toque esencial de elegancia a la colección.