La sorprendente historia de la modelo que volvió a desfilar para Balenciaga con más de 80 años

Danielle Slavik fue una de las musas del 'couturier' español en la década de los sesenta

Actualizado 22 de septiembre de 2023 - 20:38 CEST22 sept 2023 - 20:38 CEST

Demna Gvasalia presentó su segunda colección de Alta Costura para Balenciaga en París (Otoño/Invierno 2023-2024) con un enfoque claro: volver a los comienzos. Danielle Slavik, modelo residente para Cristóbal Balenciaga desde 1964 hasta 1968, fue la encargada de abrir el desfile luciendo un exquisito vestido de terciopelo negro con un collar de perlas integrado, que resultó ser una réplica exacta del vestido que ella misma modeló hace seis décadas. En ese desfile para la temporada Invierno 1966, la princesa Grace de Mónaco se enamoró de aquella prenda sobre el cuerpo de Slavik, así que lo llevó a su 40º fiesta de cumpleaños. Aquello la consolidó porque, a mediados del siglo pasado, las modelos tenían contrato exclusivo con un único diseñador por seis meses, después de los cuales podían ser despedidas "si no inspiraban más al couturier", en palabras de la francesa de ascendencia checa.

Demna supo de la existencia de Slavik justo cuando estaba estudiando dicha colección para inspirarse, así que mandó inmediatamente a buscarla. Ella, sin embargo, había abandonado el modelaje años atrás. ¿Cómo la convenció de volver? En señal de agradecimiento, el director creativo de la firma le regaló una copia del impresionante diseño que llevó en 1966, ese que este miércoles volvió a llevar. "Fue mi vestido favorito de toda mi carrera en el modelaje", confesó.

El salón parisino de la Avenue George V donde el maestro español solía realizar sus presentaciones fue sede de esta colección más bien minimalista para los estándares de Gvasalia, que suele apostar en cambio por las dimensiones exageradas, los volúmenes o referencias casi caricaturescas. Se vieron looks tanto masculinos como femeninos con fuerte presencia del negro, de corte sartorial y hombros estructurados, que luego adquieren algo de color con tonalidades de rojo."Hacer ropa es mi armadura. Toda mi vida he sufrido por la ropa que he querido llevar", explicó en una rueda de prensa posterior. El último look, así como el primero, es un punto fuerte de la entrega: un vestido metálico (casi imposible) que reinventa la historia de Juana de Arco.

Demna Gvasalia presentó su segunda colección de Alta Costura para Balenciaga en París (Otoño/Invierno 2023-2024) con un enfoque claro: volver a los comienzos. Danielle Slavik, modelo residente para Cristóbal Balenciaga desde 1964 hasta 1968, fue la encargada de abrir el desfile luciendo un exquisito vestido de terciopelo negro con un collar de perlas integrado, que resultó ser una réplica exacta del vestido que ella misma modeló hace seis décadas. En ese desfile para la temporada Invierno 1966, la princesa Grace de Mónaco se enamoró de aquella prenda sobre el cuerpo de Slavik, así que lo llevó a su 40º fiesta de cumpleaños. Ese momento la consolidó porque, a mediados del siglo pasado, las modelos tenían contrato exclusivo con un único diseñador por seis meses, después de los cuales podían ser despedidas si no inspiraban más al couturier".

Demna supo de la existencia de Danielle Slavik justo cuando estaba estudiando dicha colección para inspirarse, así que mandó inmediatamente a buscarla para participar en el desfile de Otoño 2022. Ella, sin embargo, había abandonado el modelaje en la década de los 90. ¿Cómo la convenció de volver? En señal de agradecimiento, el director creativo de la firma le regaló una copia del impresionante diseño que llevó en 1966, ese que este miércoles volvió a llevar. "Fue mi vestido favorito de toda mi carrera", confesó la francesa de ascendencia checa.

El salón parisino de la Avenue George V donde el maestro español solía realizar sus presentaciones fue sede de esta colección más bien minimalista para los estándares de Gvasalia, que suele apostar en cambio por las dimensiones exageradas. Se vieron looks con fuerte presencia del negro, de corte sartorial y hombros estructurados, que luego adquieren algo de color con tonalidades de rojo."Hacer ropa es mi armadura. Toda mi vida he sufrido por la ropa que he querido llevar", explicó en una rueda de prensa posterior. El último look, un vestido metálico (casi imposible), reinventa la historia de Juana de Arco.

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