Explorar nuevos horizontes geográficos no es algo nuevo para la casa de modas, que ha debutado más de una colección fuera de las fronteras francesas, desde Grecia hasta España. Tanto el mismísimoChristian Dior como uno de sus sucesores Marc Bohan, quien reemplazaría a Yves Saint Laurent en la dirección creativa en 1960, eran auténticos trotamundos, obsesionados con la idea de establecer un diálogo entre los recobecos más exóticos del mundo y los talleres parisinos de alta costura. Para su colecciónOtoño 2023, Maria Grazia Chiuri revisitó uno delos viajes de Bohan a la India, en abril de 1962, siendo el resultado una serie preciosista de conjuntos estampados y vestidos fluidos, bordados meticulosamente con pedrería a todo color o billantes que destellan en contacto con la luz. X looks en los que se palpaun orientalismo propio de la década de los 60.
Parte de estas novedades se presentó el pasado mes de febrero en la Semana de la Moda de París, pero la firma ha querido dar un paso más allá, aproximadamente de 7.000 kilómetros, para desvelar el resto de la colección en la propiaciudad de Bombay. Este gesto es resultado de una larga colaboración de la diseñadora italianacon artesanos de la escuela Chanakya, compuesta por talleres locales que en anteriores entregas se han encargado de bordar de los escenarios de la Alta Costura de Dior.
Explorar nuevos horizontes geográficos no es algo nuevo para la casa de modas, que ha debutado más de una colección fuera de las fronteras francesas, desde Grecia hasta España. Tanto el mismísimo Christian Dior como uno de sus sucesores Marc Bohan, quien reemplazaría a Yves Saint Laurent en la dirección creativa en 1960, eran auténticos trotamundos, obsesionados con la idea de establecer un diálogo entre los recovecos más exóticos del mundo y los talleres parisinos de alta costura. Para su colección Otoño 2023, Maria Grazia Chiuri revisitó uno de los viajes de Bohan a la India, en abril de 1962, siendo el resultado una serie preciosista de conjuntos estampados y vestidos fluidos, bordados meticulosamente con pedrería a todo color o brillantes que destellan en contacto con la luz. Casi un centenar de looks en los que se palpa un orientalismo propio de la década de los 60.
Parte de estas novedades se presentó el pasado mes de febrero en la Semana de la Moda de París, pero la firma ha querido dar un paso más allá, aproximadamente de 7.000 kilómetros, para desvelar el resto de la colección en la propia ciudad de Bombay. Este gesto es resultado de una larga colaboración de la diseñadora italiana con artesanos de la escuela Chanakya, compuesta por talleres locales que en anteriores entregas se han encargado de bordar de los escenarios de la Alta Costura de Dior.