Más que proponer alternativas nunca antes vistas, como si eso existiese siquiera, los diseñadores han aprovechado esta temporada Otoño/Invierno 2023-2024 de Paris Fashion Week para hacer bucear en los archivos de las firmas que lideran y reformular estos códigos. Tras 12 años a la cabeza de Balmain, Olivier Rousteing ha recuperado el formato íntimo de los desfiles de antaño, congregando a solo 220 invitados selectos en una oscura salita de Le Carreau du Temple que sería testigo de su homenaje ala Alta Costurade los años 50. Rousteing emplea neopreno, vinilo y más materiales modernos en sus reinterpretaciones contamporáneas del Balmain de Pierre, reto al que también se ha enfrentado Julien Dossena en su primera colección para Paco Rabanne tras la muerte del español.
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Destacan los sofisticados trajes de imponentes americanas con hombreras estratosféricas, una tendencia que confirma Saint Laurent, la capacidad de transformar el cuerpo a través de los volúmenes o la importancia de una buena joya para completar (o construir de cero) un look de diez. Con ayuda del mítico sombrerero Stephen Jones, encargado de cada una de las piezas vistas en el desfile, el diseñador ha conseguido transportar ese glamour de la estética Jolie Madamede la posguerra a la acelerada vida moderna del siglo XXI sin echar mano de zapatillas o pantalones vaqueros.
Stephen Jones los sombreros
volúmenes
Suena My Way, de Frank Sinatra. ¿Nos querrá decir algo?
'My Way', de Frank Sinatra años 50 mujer de la posguerra elegante dinámica
Más que proponer alternativas nunca antes vistas, como si eso existiese siquiera, los diseñadores han aprovechado esta temporada Otoño/Invierno 2023-2024 de Paris Fashion Week para bucear en los archivos de las firmas que lideran. Tras 12 años a la cabeza de Balmain, Olivier Rousteing ha recuperado el formato íntimo de los desfiles de antaño, congregando a solo 220 invitados selectos en una oscura salita de Le Carreau du Temple que sería testigo de su homenaje a la Alta Costurade los años 50. Rousteing emplea neopreno, vinilo y más materiales modernos en sus reinterpretaciones contamporáneas del Balmain de Pierre, reto al que también se ha enfrentado Julien Dossena en su primera colección para Paco Rabanne tras la muerte del español.
Destacan la imponentes americanas con hombreras estratosféricas, tendencia que confirma Saint Laurent, el uso estratégico de los volúmenes y la importancia de las joyas para completar (o construir de cero) un look de diez. De la mano del mítico Stephen Jones, encargado de los sombreros vistos en el desfile, el diseñador ha conseguido transportar ese glamour de la estética Jolie Madamede la posguerra al acelerado siglo XXI sin echar mano de zapatillas o pantalones vaqueros.
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