Mugler ha conseguido juntar en espacio y tiempo a Amber Valletta, Shalom Harlow, Eva Herzigova o Debra Shaw con Irina Shayk, Anok Yai o Adut Akech. Dos generaciones completamente distintas que han marcado la historia de los desfiles y que han compartido pasarela en una inesperada presentación que se informó con un escueto comunicado: "Mugler anuncia su regreso a las pasarelas el 26 de enero de 2023, a las 20h CET en La Villette, con la colección otoño invierno 2022-23 de Casey Cadwallader".
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El cuero y las deconstrucciones han sido losclaros protagonistas de los looks, acompañados de escotes de lo más arriesgados con estructuras asimétricas o encorsetadas. Las transparencias, el encaje o los fruncidos aportan esa estética femenina que se aleja de su versión más clásica y ayuda a conformar unos conjuntos arriesgados, donde los colores han quedado en un segundo plano. El rojo ha sido el que se ha salido de la línea con un estilismo formado por un vestido con volumen en la manga, captando toda la atención del público. En definitiva, ha sido la oportunidad perfecta para ver a la generación Z, los millenials (o generación Y)... y las supermodelos de los noventa en un mismo evento.
Mugler ha conseguido juntar en espacio y tiempo a Amber Valletta, Shalom Harlow, Eva Herzigova o Debra Shaw con Irina Shayk, Anok Yai o Adut Akech. Dos generaciones completamente distintas que han marcado la historia de los desfiles y que han compartido pasarela en una inesperada presentación que se informó con un escueto comunicado: "Mugler anuncia su regreso a las pasarelas el 26 de enero de 2023, a las 20h CET en La Villette, con la colección otoño invierno 2022-23 de Casey Cadwallader".
El cuero y las deconstrucciones han sido los claros protagonistas de los looks, acompañados de escotes de lo más arriesgados con estructuras asimétricas o encorsetadas. Las transparencias, el encaje o los fruncidos aportan esa estética femenina que se aleja de su versión más clásica y ayuda a conformar unos conjuntos arriesgados, donde los colores han quedado en un segundo plano. El rojo ha sido el que se ha salido de la línea con un estilismo formado por un vestido con volumen en la manga, captando toda la atención del público. En definitiva, ha sido la oportunidad perfecta para ver a la generación Z, los millenials (o generación Y)... y las supermodelos de los noventa en un mismo evento.
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