A raíz de la repentina salida de Paul Andrew, exdirector de moda femenina de Salvatorre Ferragamo, se auguraba una colección Primavera/Verano 2022 poco reseñable. A la espera del nombramiento de un nuevo diseñador, fue Guillame Meilland, a la cabeza del departamento masculino, quien tuvo que enfrentarse a esta difícil tarea, así como a los esquemas de género que todavía separan los armarios masculinos y femeninos. Su fórmula finalmente fue sumergirse en los archivos de la marca para recuperar, a través de una paleta de colores puramente italiana (mostaza, azul cielo y rosa pastel), los chalecos de punto, los volúmenes envolventes de su satrería, esos estampados florares insignia -ampliados y bordados sobre algunas de las piezas-, o los fulares al estilo años setenta. El punto de partida de Meilland fue la galardonada película de Luis Buñuel, Ese oscuro objeto de deseo (1977), en la que Carole Bouquet, suegra de Carlota Casiraghi, y Ángela Molina interpretan a la misma mujer, una identidad fragmentada como la que en estos momentos de transición personifica Ferragamo.
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Tras la repentina salida de Paul Andrew, exdirector de moda femenina de Salvatorre Ferragamo, se auguraba una colección Primavera/Verano 2022 poco reseñable. A la espera del nombramiento de un nuevo diseñador, fue Guillame Meilland, a la cabeza del departamento masculino, quien tuvo que enfrentarse a la difícil tarea de idear una entrega 'intermedia' que atendiera a la esencia sin olvidar el presente. Su fórmula finalmente fue sumergirse en los archivos de la marca para recuperar, a través deuna paleta de colores puramente italiana(mostaza, azul cielo y rosa pastel), los chalecos de punto,los volúmenes envolventesde su satrería, esos estampados florares insignia -ampliados y bordados sobre algunas de las piezas-, o los fulares al estilo años setenta. El punto de partida de Meilland fue la película de Luis Buñuel, Ese oscuro objeto de deseo (1977), en la que Carole Bouquet, suegra de Carlota Casiraghi, y Ángela Molina interpretan a la misma mujer, una identidad fragmentada como la que en estos momentos de transición personifica Ferragamo.