'Cropped tops', lentejuelas y un vestido de novia: Chanel nos lleva al museo con su Alta Costura

Actualizado 6 de julio de 2021 - 18:48 CEST6 jul 2021 - 18:48 CEST

La arquitectura neorrenacentista del museo en un juego de luces y sombras

Margaret Qualley revela una falda rosa voluminosa con cuentas y tul desgastado debajo de un abrigo de tweed brillante con cuello Peter Pan, fusionando los tonos pastel del impresionismo francés del siglo XIX con la complejidad de un lienzo puntillista.

Musa. Museo. Moda. Tres palabras claves que concentran las propuestas de Virginie Viard para la Alta Costura de Chanel Otoño/Invierno 2021-2022. Entre las columnas de orden jónico que sostienen el Palais Galliera, mejor conocido como Museo de Indumentaria de París, desfilaron 37 looks inspirados en las grandes musas de la moda. Y qué mejor lugar que este paraíso neorrenacentista para ser sede de tan romántico homenaje. Como adelanto, la maison compartió un cortometraje realizado por Sofia Coppola y fotografías de Mikael Jansson, donde podemos ver a la actriz Margaret Qualley vistiendo varias de las piezas de la colección desde los jardines y terrazas del histórico recinto hasta la pasarela final.

En la elección de tejidos, persiste el ambiente de celebración que promueve la marca desde hace unos meses, perceptible en las bufandas de lentejuelas y las potentes tonalidades pastel del tweed, también presentes en la colección ready-to-wear Otoño/Invierno 2021-2022, la cual contuvo claras alusiones a la moda disco de los años setenta. La Alta Costura no se aleja demasiado de esta idea y la fusiona, además, con su reciente incursión en la estética punk y con los coloridos paisajes del impresionismo francés. El resultado son una serie de alegres vestidos lenceros, bordados florales, apliques de plumas y tul en volantes, conjuntos de dos o tres piezas que dejan el abdomen al descubierto (e inmediatamente evocan los archivos de la firma en los noventa) y trajes de chaqueta estructurada. La gran sorpresa, como suele ocurrir, ha sido el look de cierre: Margaret Qualley se asoma entre las columnas del Palais enfundada en un sobrio vestido nupcial adornado con un sombrero pillbox de maxilazo y velo de redecilla, un detalle cinemático recurrente en las entregas de Viard en memoria de la mente maestra de la maison.

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La Alta Costura no se aleja demasiado de esta idea y la fusiona, además, con su reciente incursión en la estética punk y con los coloridos paisajes del impresionismo francés. El resultado son una serie de alegres vestidos lenceros, bordados florales, apliques de plumas y tul en volantes, conjuntos de dos o tres piezas que dejan el abdomen al descubierto (e inmediatamente evocan los archivos de la firma en los noventa) y trajes de chaqueta estructurada. La gran sorpresa, como suele ocurrir, ha sido el look de cierre: Margaret Qualley se asoma entre las columnas del Palais enfundada en un sobrio vestido nupcial adornado con un sombrero pillbox de maxilazo y velo de redecilla, un detalle cinematográfico recurrente en las entregas de Viard, en memoria de la mente maestra de la maison.