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Balenciaga vuelve a dejar sin habla al mundo de la moda con un desfile celebrado en Paris Fashion Week en el que se reivindica la preocupación por el futuro medioambiental y unas osadas maxi-hombreras. Demna Gvasalia, directora creativa de la marca, crea para la colección otoño-invierno 2020-2021 unas siluetas impecables en donde la innovación se hace eco de una presentación totalmente dominada por tonalidades apagadas. La ambientación de la presentación ayudó a construir esa mágica esfera de oscuridad que la diseñadora quería conseguir gracias a un techo repleto de nubes y una pasarela con efecto mojado por la que caminaban las modelos. Las capas fluidas y las piezas de sastrería protagonizaron el desfile con una selección de trajes ceñidos al cuerpo, que se contraponían a otra compuesta por chaquetas y vestidos con hombreras oversize terminadas en punta, una tendencia muy prometedora. En cuanto a los diseños de noche, se presentaron una serie de vestidos llenos de color confeccionados en tejido elástico con drapeados.
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