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Desde que Carolina Herrera cediera hace dos años el mando de la dirección artística de su firma homónima, el diseñador Wes Gordon ha sido el encargado de recoger el testigo, y lo ha hecho manteniendo impoluta la esencia de la casa. Tal y como ha demostrado en la presentación de la colección otoño-invierno 2020-2021 en New York Fashion Week. Una propuesta repleta de diseños con patrones que no podían negar esa inspiración nupcial que ya es costumbre en cada una de sus colecciones. Voluminosos vestidos de oganza con volantes superpuestos, junto a diseños con tejidos fluidos y transparencias, dotan a la colección de una elegancia y feminidad de ensueño. Por otro lado, también tuvieron cabida creaciones aptas para invitadas, como las piezas con escotes asimétricos, de palabra de honor o con mangas abullonadas. Los trajes sastre y los diseños en satén con bordados florales han jugado también un papel muy importante, contraponiéndose a varias piezas confeccionadas en punto fino. Todo ello con un leitmotiv común: formas únicas y sublimes que dan como resultado una colección inigualable de diseños atemporales y muy voluminosos.
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