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Turno para Simone Rocha en la LFW. La diseñadora irlandesa ha presentado sus últimas propuestas en un desfile en el que el casting de modelos ha llamado la atención por su diversidad, ya que en él han convivido mujeres de todo tipo de edades, etnias, tallas y estéticas. Incluso las exmodelos Chloë Sevigny y Lily Cole han regresado a la pasarela para formar parte de esta oda a la diversidad y la naturalidad. En cuanto a la colección, han destacado los vestidos con mangas globo y faldas abullonadas al más puro estilo años 50 que jugaban con los volúmenes y las texturas. Los diseños teñidos de tonos pastel como azules, rosas o cremas han contrastado con otros totalmente oscuros, demostrando que la paleta de color de esta colección es tan variada como las mujeres que lucen las prendas que la conforman.
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