París cierra su cita con la moda por todo lo alto
Miu Miu y Louis Vuitton han sido las últimas firmas en pisar le pasarela más 'glamourosa' del mundo
Miu Miu
El habitual ingenio de Miuccia Prada no ha faltado al fin de fiesta de la Semana de la Moda de París: unos espectaculares abrigos-vestido, que juegan al despiste con la silueta mediante asimetrías y mezcla de tejidos y texturas, abrían el desfile de la diseñadora italiana. Los botones y las maxisolapas, rematadas en piel y brocados, se abren sobre el pecho, dejando al descubierto exclusivos brassieres en tonos nude, que las modelos portaban sobre la piel, ligeramente irisada. Las faldas, prenda indispensable para la diseñadora de cara al próximo otoño, se alargan por debajo de la rodilla en forma de tubo, estampadas con prints de origen animal en brillantes colores como el turquesa o el rubí, y se combinan con ligerísimas blusas de seda. Entre sus propuestas no faltaron los recurrentes apliques de pedrería y los bordados joya, cargados de magia.
Louis Vuitton
Un estallido de fuegos artificiales en color flúor fue el encargado de cerrar la Semana de la Moda de París de la mano del siempre sorprendente Marc Jacobs, al frente de la firma Louis Vuitton. Igual que hiciera hace unas semanas en Nueva York, salvo que esta vez con el acento francés propio de la casa parisina, el diseñador apostó por una vuelta al pasado en forma de encajes, transparencias, ruffles y drapeados hiperrómanticos, que brillan gracias a los lazos y complementos en tonos rosa o verde del neón ochentero. En el corazón del museo del Louvre, las propuestas de la firma francesa se decantaron por los grandes volúmenes, con hombreras y faldas tulipán que se enroscan sobre la silueta, creando nuevas y sorprendentes formas, presentando a una nueva María Antonieta capaz de caminar sobre una pasarela enfundada en unos sensuales leggings de aspecto satinado.
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