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Karl Lagerfeld, junto a la modelo Raquel Zimmermann, tras el desfile. Pulse en la imagen para ampliarla y acceder a la galería de fotos.
Elegancia, majestuosidad y sofisticación. Karl Lagerfeld vuelve a ser uno de los grandes genios de la Alta Costura. Sus diseños para la casa Chanel siguen cautivando a un público que disfruta con la moda más cuidada y digna de ovación.
Cuando todavía París no había olvidado el espectacular desfile de la casa Dior, Lagerfeld atrapó la atención con una colección de Alta Costura para otoño-invierno 2007-2008 que recupera cortes setenteros, pero en su versión más ornamental. Sobre su pasarela, quedaba patente un cuidado trabajo artesanal, sobre todo en bordados de pedrería y aplicaciones metálicas. Ambos acabados se disponen delimitando prendas o adornando los laterales de diferentes diseños.
Pero tal barroquismo no esta reñido con la comodidad. Por ello, el modisto alemán se decanta por creaciones de líneas amplias que caen por el cuerpo, librándole de cualquier encorsetamiento. Únicamente se ciñen ligeramente en el talle para pronunciar la figura natural de la mujer. En cuanto al color, sus recurridos tonos neutros vuelven a triunfar, aunque, en esta colección, se mezclan con rosa, verde musgo y azul celeste.
