El último desfile de la mañana ha correspondido al diseñador donostiarra
Fernando Lemoniez. Si tuviéramos que definir la colección que ha
presentado en la pasarela madrileña para el próximo otoño-invierno, esto
podría hacerse simplemente con dos palabras: sutileza y glamour.
Ambos conceptos envuelven unas creaciones de líneas muy femeninas,
sencillas pero al mismo tiempo muy elegantes.
Una elegancia que viene marcada por la utilización de refinados estampados
florales en vaporosas blusas y vestidos que han sido confeccionados con
muselinas y sedas; en abrigos de corte impecable, con patrones muy
definidos, realizados en cachemir y con ricos detalles de brocados; en
faldas a la rodilla con grandes aberturas laterales que ensalzan la
sensualidad femenina; o en los clásicos pantalones pitillo.
Especial mención merece la utilización que el diseñador ha hecho del color
(desde los tonos naranjas o rojos, pasando por el negro, el gris, el malva
o el azul eléctrico), en ocasiones con combinaciones francamente
atrevidas, pero que en ningún caso interfieren en la sutil elegancia que
desprende su colección.